El número de desplazados en el Líbano por ataques israelíes "podría alcanzar el millón", ha declarado este domingo el primer ministro Najib Mikati, quien estimó que la huida de residentes del sur y este del país árabe en medio de los bombardeos ha sido "el mayor desplazamiento" en toda su historia.
Mikati subrayó que el Líbano "no tiene más opción que la diplomática" para poner fin a las hostilidades, y está comprometido con la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, que exige el fin de agresiones entre Israel y Hezbolá. Sin embargo, a Tel Aviv "no le importa la ley ni la legitimidad internacional", lamentó.
"El Gobierno está haciendo todo lo que está en su poder para contrarrestar esta guerra destructiva y llena de odio que Israel está librando contra nosotros. Fuimos a las Naciones Unidas en busca de una solución y nos reunimos con líderes mundiales, pero el enemigo acudió con la intención de traicionar y planificar más masacres", afirmó el primer ministro libanés, en referencia a su participación en la Asamblea General de la ONU en Nueva York.
Mikati confesó haber recibido gestos de apoyo en todas las reuniones que había mantenido en la sede de la ONU con los "amigos del Líbano", que insistieron en el cese de la agresión israelí.
"Pero desgraciadamente, la ley de la selva que controla el mundo condujo a que el enemigo israelí paralizara todos los intentos de lograr un alto el fuego y continuó su guerra contra el Líbano", concluyó.