"Tienen que recapacitar": las advertencias de Sheinbaum al Gobierno español
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, aseguró este miércoles que la relación con España no va a cambiar a pesar de la negativa de ese país a pedir perdón por los crímenes cometidos contra los pueblos originarios durante la Conquista.
"(La relación) es buena, no tiene por qué cambiar, pero vamos a defender siempre la posición", afirmó durante su primera conferencia de prensa como mandataria, al referirse al conflicto que generó su decisión de no invitar al rey Felipe VI a su toma de posesión.
"Con España tenemos relaciones comerciales, de turismo (...), culturales. A México y a España les une de manera importante el exilio que hubo de la República, hay muchísimos españoles y españolas que viven en México de aquella época", explicó.
México tiene relaciones con España, no tienen por qué cambiar, pero creemos que deben recapacitar sobre la disculpa por la Conquista, afirma Claudia Sheinbaum.La presidenta @Claudiashein reiteró que la posición del @GobiernoMX sobre el conflicto México-España se mantiene en que… pic.twitter.com/9oUVppXWtC
— Luis Alberto Medina (@elalbertomedina) October 2, 2024
Sin embargo, agregó, el Estado español debe cambiar su actitud. "Nosotros creemos, primero, que tienen que recapacitar", dijo al criticar la resistencia del rey Felipe VI y del presidente Pedro Sánchez ante el reclamo que inició el expresidente Andrés Manuel López Obrador.
La presidenta consideró que esta actitud es incomprensible porque incluso el gobernador de California, Gavin Newsom, ya se disculpó por los crímenes cometidos contra los esclavos. También recordó que otros países europeos les han pedido perdón a sus excolonias.
En el caso de México, destacó que López Obrador comenzó con la práctica de disculparse, en nombre del Estado, con las víctimas de tragedias históricas. De hecho, ella misma comenzó su mandato con un pedido de perdón a los estudiantes asesinados durante la masacre cometida el 2 de octubre de 1968.
La asunción presidencial de Sheinbaum estuvo precedida de la polémica que generó la ausencia de representantes oficiales del Gobierno de España, ya que Sánchez se negó a viajar en protesta por la exclusión del rey.