Kim Yo-jong, hermana del líder de la República Popular Democrática de Corea (RPDC), Kim Jong-un, criticó un acto conmemorativo por el Día de las Fuerzas Armadas en Corea del Sur, que calificó de "cortejo fúnebre de mercenarios coloniales", informó este jueves la agencia estatal KCNA.
El desfile militar se celebró el 1 de octubre en Seúl, que sacó a relucir más de 80 tipos de armamento, habló de un "ejército nacional fuerte" y que se trató de una "muestra de disuasión contra Corea del Norte". Pero según Kim, el evento "no fue más que una payasada vacía que no dejó rastro ni secuela alguna".
En este sentido, la subjefa de departamento del Comité Central del Partido del Trabajo de Corea reprochó el arsenal surcoreano y su verdadera utilidad militar y poder, señalando que Pionyang tiene armas más potentes y efectivas, que no son "tan inútilmente voluminosas". "Hay que sentir la vergüenza [...] Si bien ellos quisieron mostrar apresuradamente que no son inferiores en el enfrentamiento físico, esto no pasa de ser una acción frívola ante un país poseedor de armas nucleares", aseveró.
"Mercenaria barata de EE.UU."
Por otro lado, Kim se refirió a las declaraciones del presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, sobre la creación de un Comando Estratégico nacional para inspirar confianza y seguridad al pueblo. "El hecho de que un grupo de personas que no poseen ni una sola arma estratégica haya inventado un 'Comando Estratégico' es como si un perro llevara casco. Aunque un perro lleve un casco de acero, no puede convertirse en un tigre o un león", comentó.
Asimismo, definió al mandatario como "ingenuo" por "confiar en su amo, al que ha fiado por entero la seguridad", refiriéndose a Estados Unidos. "Corea del Sur, domada y convertida en mercenaria barata de EE.UU. y carne de cañón para el cumplimiento de la ambición hegemónica de este amo, marcha a todo galope hacia el abismo de su perdición", manifestó
Finalmente, Kim rechazó la retórica belicista de Yoon y afirmó que su bravuconería es una "desmesurada muestra de ansiedad". "Lo trágico es que él no se da cuenta de que todos sus actos repugnantes solo están acelerando el calendario de su propia autodestrucción", recalcó.
"¿Será este acto conmemorativo un 'alarde de fuerza' de una jauría de perros o un cortejo fúnebre de mercenarios coloniales? La respuesta es evidente", concluyó.