El estrecho de Ormuz, una de las arterias acuáticas más importantes en el mundo, está parcialmente controlada por Irán y puede jugar un importante papel en caso de que se desencadene un conflicto armado a gran escala entre la nación persa e Israel.
En los últimos años, Teherán ha amenazado repetidamente con bloquear el tránsito a través del estrecho, presionando de este modo a EE.UU. para que levante sanciones o como aviso a la comunidad mundial de sus capacidades en caso de una guerra con el país hebreo. "Podemos cerrar el estrecho de Ormuz, pero no lo estamos haciendo. Sin embargo, si el enemigo viene a perturbarnos, revisaremos nuestra política", advirtió en abril el comandante de la Armada de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (CGRI), Alireza Tangsiri.
¿Dónde se encuentra?
Este estrecho conecta al golfo Pérsico con el golfo de Omán y permite a los barcos de Arabia Saudita, Irak, Irán, Kuwait, Catar, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Baréin e Irán, ricos en petróleo y gas, acceder al mar Arábigo y el océano Índico. La costa sureña del estrecho pertenece a EAU y Omán, mientras que la norteña es controlada por Irán.
Esa vía acuática es bastante estrecha, su punto más angosto es de 21 millas náuticas (unos 40 kilómetros) de ancho, por lo que los barcos pasan a menos de dos millas (unos 5 kilómetros) el uno del otro. Al mismo tiempo, su profundidad, de más de 100 metros, permite el tránsito de petroleros de gran tamaño.
¿Por qué es tan importante?
El estrecho de Ormuz es la ruta de tránsito más importante del mundo para el petróleo y el gas procedentes de los principales países exportadores. Por sus aguas pasan cada día aproximadamente el 20 % del consumo mundial de productos petrolíferos, es decir, 21 millones de barriles diarios, de acuerdo con los datos de 2022 de la Administración de Información Energética de EE.UU. La mayor parte del crudo que se exporta por esta ruta se dirige a los mercados asiáticos.
Al mismo tiempo, el mayor exportador mundial de gas natural licuado (GNL), Catar, también envía la mayor parte de este hidrocarburo a través del estrecho, por el que pasa hasta el 30 % del suministro mundial de GNL.
Debido a este gran volumen de tráfico y a su regularidad, cualquier interrupción amenazaría con sacudir el mercado mundial de la energía y tener un fuerte impacto en la economía global. Las consecuencias las sufrirían tanto los exportadores como los importadores, como India y China, que se están desarrollando activamente, o los países occidentales, encabezados por Estados Unidos, los cuales, tras imponer sanciones al gas y el petróleo rusos, han aumentado sus compras de hidrocarburos a los países del golfo Pérsico.
¿Tiene Irán derecho a cerrar el estrecho?
Según el derecho internacional y la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982, el de Ormuz es un "estrecho internacional", porque es la única conexión entre el golfo Pérsico y el mar abierto. Por tanto, todos los buques tienen derecho de tránsito y los países adyacentes a esta vía fluvial no pueden interferir en ello. Sin embargo, el Parlamento de Irán no ha aprobado esta convención de la ONU, por lo que no ha sido ratificada por el país, aunque el Gobierno sí ha firmado el documento. Las autoridades iraníes declaran que solo reconocen el "derecho de paso en tránsito" a los países que también se han adherido a la convención, entre los que, por ejemplo, no se encuentra Estados Unidos.
No obstante, estas normas son para tiempos de paz, mientras que en caso de guerra Teherán estaría autorizado a controlar el tráfico a través del estrecho e inspeccionar los buques comerciales, pero incluso durante las hostilidades, no tendría derecho a bloquear completamente el paso de los barcos.
¿Pueden cerrarlo o no?
A pesar de lo que prescribe el derecho internacional, permanece la duda de si Irán sería capaz de cerrar el estrecho. Hasta la fecha, nunca lo ha hecho, pero eso no significa que las amenazas de Teherán no puedan convertirse en realidad algún día.
Al mismo tiempo, hay pocas probabilidades de un cierre total del estrecho por un plazo largo, ya que ello impactaría no solo la economía de otros países, sino también a la iraní. Asimismo, Teherán se arriesgaría a dañar sus relaciones con sus Estados vecinos, las cuales mejoró recientemente. Ello tampoco redundaría en beneficio de la nación persa.
Por tanto, si Irán decide cerrar el estrecho, es probable que únicamente lo haga si estalla una guerra con Israel y solo por un tiempo limitado. No obstante, incluso un cierre a corto plazo golpearía duramente los precios del crudo, que, según los expertos, podrían alcanzar hasta 400 dólares por barril, y socavaría la economía mundial, lo que podría empujar a la comunidad internacional a forzar a Israel a pactar la paz.
Rutas de tránsito alternativas
Existen rutas alternativas para el suministro de energía desde los países del golfo Pérsico. Sin embargo, estas son bastante limitadas y llevaría tiempo establecer suministros a través de ellas evitando el estrecho de Ormuz.
En este escenario, solo EAU y Arabia Saudita disponen de rutas alternativas. El primero cuenta con el oleoducto Abu Dhabi Crude Oil Pipeline y el segundo con el oleoducto East-West Pipeline y el gasoducto Abqaiq-Yanbu NGL Pipeline, con los que tiene capacidad para exportar tanto petróleo como GNL.
Sin embargo, la capacidad de transporte de esas tuberías es muy inferior a la de la ruta marítima, oscilando entre 1,5 y 7 millones de barriles diarios.