El presidente de EE.UU, Joe Biden, fue preguntado este jueves si apoyaría un ataque de Israel a las instalaciones petroleras de Irán, a lo que respondió: "Estamos en discusiones sobre eso". "Creo que sería un poco... en fin", agregó. La contestación del mandatario deja abierta la posibilidad de una represalia militar de Tel Aviv tras el ataque masivo de Teherán perpetrado el martes.
Biden también fue cuestionado sobre las sanciones que se planean para Irán, sin embargo, se reservó los detalles. Ante la pregunta de si permitiría a Tel Aviv contraatacar, respondió que "EE.UU. no da permiso a Israel; EE.UU. aconseja Israel y hoy no va a pasar nada". El mandatario hizo las declaraciones en los jardines de la Casa Blanca mientras se dirigía al helicóptero presidencial Marine One.
Por su parte, la subsecretaria de prensa del Péntagono, Sabrina Singh, mencionó que hay una estrecha comunicación entre Washington y Tel Aviv: "Seguimos en contacto con los israelíes con mucha frecuencia. Sin duda, estamos hablando con ellos sobre su respuesta". Singh declaró que las fuerzas estadounidenses están en Oriente Medio para proteger la región y seguir su misión "si se les solicita que defiendan a Israel". Con respecto a si el secretario de Defensa, Lloyd Austin, está preparado para enviar más tropas en defensa de Israel, la vocera prefirió no especular sobre el tema.
¿Qué dice Israel?
Anteriormente, el canal israelí Channel 12 reportó, citando sus fuentes, que Tel Aviv está decidido dar una respuesta "significativa" al ataque con misiles iraní de este martes. "Se espera una dura respuesta en cuestión de días", dijeron las fuentes, subrayando que los planes se están coordinando estrechamente con Washington. El medio señala que EE.UU. apoyaría a Israel en su respuesta, así como ayudaría en su defensa frente a nuevos ataques iraníes.
En el mismo sentido, el ex primer ministro israelí Ehud Barak dijo al diario británico The Guardian que es probable que Tel Aviv lleve a cabo un ataque aéreo a gran escala contra la industria petrolera iraní y un ataque simbólico contra un objetivo militar relacionado con su programa nuclear. "Israel tiene una necesidad imperiosa, incluso un imperativo, de responder. Creo que ninguna nación soberana de la Tierra podría no hacerlo", afirmó.