Un grupo de científicos de la Sociedad Zoológica de Londres (ZSL, por sus siglas en inglés) descubrió que existen hasta nueves especies diferentes de salamandra gigante china ('Andrias davidianus'). Durante mucho tiempo, se pensó que se trataba de una sola, hasta que en 2019 los investigadores identificaron dos nuevas.
Ahora, un nuevo estudio publicado este jueves en la revista Evolutionary Journal of the Linnean Society se propuso comprobar si los distintos grupos (clados) conocidos de 'Andrias davidianus' observados en China debían interpretarse como especies distintas. Para ello acudieron a estudios moleculares comparativos de ADN utilizando 30 mitogenomas de muestras que cubren los siete clados previamente identificados.
"Los investigadores han sugerido durante 20 años la posibilidad de que las salamandras gigantes chinas no sean una sola especie, pero al comparar los niveles de diferencia genética observados en las poblaciones de salamandras gigantes con las diferencias mostradas por otras especies de salamandras conocidas, ahora podemos confirmarlo con certeza", afirmó Samuel Turvey, coautor del estudio y miembro de la ZSL.
Finalmente, los análisis de delimitación de especies, basados en modelos probabilísticos y en alineamientos filogenéticos y filogeográficos, brindaron un fuerte respaldo a un escenario de nueve especies.
"Casi todos los modelos probados brindan respaldo para al menos siete linajes chinos a nivel de especie resueltos estadísticamente, y la mayoría brinda respaldo para nueve especies. Solo cuatro tienen nombres disponibles", precisa el estudio. "Nuestra investigación revela una diversidad oculta: aunque aparentemente son similares, estos anfibios, de hecho, han divergido genéticamente en al menos siete especies distintas", dice Melissa Marr, autora principal.
"Peligro crítico de extinción"
La existencia de múltiples especies de salamandra gigante china tiene implicaciones en cuanto a su protección se refiere. La mayoría de las prácticas de conservación de fauna se lleva a cabo a nivel taxonómico, y sin una descripción y un nombre formales, no se puede evaluar el riesgo de extinción de una especie ni llevar a cabo acciones de conservación.
En este contexto, los investigadores han hecho un llamado a que se reconozcan urgentemente sus hallazgos, para garantizar que la legislación proteja adecuadamente a estos animales y pueda salvarlos "del borde de la extinción". "Las salamandras gigantes chinas están reconocidas como especies en peligro crítico de extinción, principalmente debido a la sobreexplotación de las poblaciones silvestres para sustentar una industria de cría de salamandras que abastece el mercado de alimentos de lujo de China", explica Turvey.
La pérdida de hábitat y la caza furtiva plantean una gran amenaza para estos animales. La industria de su cría para fines alimenticios ha provocado una rápida disminución de su población. Un estudio de la ZSL encontró que entre 2013 y 2016, estas salamandras se hallaban en solo cuatro de los 97 sitios donde habitan en 16 provincias de China.
"Fósiles vivientes"
Las salamandras gigantes chinas son consideradas los anfibios más grandes del mundo y pueden alcanzar los 1,8 m de longitud. Su piel abultada les ayuda a maximizar la cantidad de oxígeno que pueden absorber directamente del agua en la que viven. Además, están cubiertas de pequeños sensores que les ayudan a detectar las vibraciones de los gusanos, crustáceos, peces pequeños y ranas de los que se alimentan.
La sociedad académica y científica explica que estas salamandras se separaron de sus parientes más cercanos en el árbol evolutivo ya en el período Jurásico, "cuando dinosaurios como el Stegosaurus todavía vagaban por la Tierra".
Esto los convierte en uno de los anfibios "evolutivamente distintos y globalmente en peligro de extinción del mundo" y en "una de las especies más extraordinarias y olvidadas del planeta". "Han sido descritas como 'fósiles vivientes', ya que su apariencia ha permanecido inalterada durante millones de años", destaca Marr.
Aunque la confirmación de múltiples especies es un paso importante, la ZSL subraya que es necesario trabajar para localizar poblaciones silvestres sobrevivientes o representantes de las especies recientemente identificadas que sobreviven en criaderos y que podrían potencialmente usarse para la cría con fines de conservación.
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