Durante el rezo del ángelus dominical, el papa Francisco pidió un "alto el fuego inmediato en todos los frentes, incluido el Líbano".
"Hago un llamamiento a la comunidad internacional para que ponga fin a la espiral de venganza y evite que se repitan ataques como el de Irán", dijo el pontífice ante cientos de feligreses desde una ventana del Palacio Apostólico del Vaticano.
Francisco elevó su oración por todos los libaneses, "especialmente por los habitantes del sur obligados a abandonar sus pueblos" y recalcó la necesidad de evitar que el conflicto desemboque en una "guerra más grande". "Todas las naciones tienen derecho a existir en paz y seguridad y sus territorios no deben ser atacados ni invadidos. La soberanía debe ser respetada y garantizada por la paz, y no por el odio y la guerra", continuó.
En la víspera del primer aniversario del ataque de Hamás contra Israel del 7 de octubre, que provocó la guerra israelí contra la Franja de Gaza, el líder de la Iglesia católica recordó que las "acciones militares destructivas" siguen afectando a la población palestina, que está "sufriendo mucho". "Son civiles inocentes, todas personas que deben recibir la ayuda humanitaria necesaria".
Al mismo tiempo, Francisco expresó su cercanía a Israel y recordó que "todavía hay muchos rehenes [israelíes] en Gaza", para quienes pidió su liberación inmediata. "Desde ese día, Oriente Medio se ha visto sumido en un sufrimiento cada vez mayor", aseveró.