La madre de P. Diddy compara las acusaciones contra el rapero con "un linchamiento público"

El músico se encuentra en prisión a la espera de juicio por cargos de crimen organizado, tráfico sexual por la fuerza, crimen organizado y transporte con fines de prostitución.

La madre del rapero estadounidense Sean John Combs, Janice Smalls Combs, emitió el domingo una declaración en la que rechaza las acusaciones de tráfico sexual y abuso sexual que enfrenta su hijo, argumentando que se trata supuestamente de "una narrativa creada a partir de mentiras".

"Mi hijo no es el monstruo que han pintado y se merece la oportunidad de contar su versión", reza la declaración publicada por los medios estadounidenses. "Es desgarrador ver a mi hijo juzgado no por la verdad, sino por una narrativa creada a partir de mentiras", agregó.

Según Janice, de 84 años, ella está siendo "testigo de lo que parece un linchamiento público" del rapero, más conocido como P. Diddy. "Es posible que mi hijo no haya sido del todo sincero en ciertas cosas, como negar que alguna vez se puso violento con su exnovia cuando la vigilancia del hotel demostró lo contrario", dijo, en referencia a las imágenes que muestran a Diddy golpeado a su expareja, la cantante Cassie Ventura, en el pasillo de un hotel en 2016.

"El hecho de que mi hijo no haya sido del todo sincero en un asunto no significa que sea culpable de las repulsivas acusaciones y de los graves cargos que se le imputan", añadió. Según la mujer, las acusaciones contra P. Diddy provienen de "aquellos que buscan un beneficio económico".

El músico se encuentra actualmente en el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn (Nueva York, EE.UU.) a la espera de juicio por cargos de crimen organizado, tráfico sexual por la fuerza, crimen organizado y transporte con fines de prostitución.

La declaración llega días después de que los abogados que representan a otras 120 personas anuciaran que planean presentar demandas contra Combs por abuso y explotación sexual, ocurridos entre 1991 y la actualidad, en los que algunas víctimas habrían tenido apenas nueve años en el momento del crimen.