"Sinceramente, no tenemos ninguna intención de atacar a la República de Corea", afirmó el líder de la República Popular Democrática de Corea, Kim Jong-un, en un discurso pronunciado este martes en la Universidad de Defensa Nacional, en Pionyang.
El máximo dirigente del país recordó que se solía hablar mucho en el pasado "de liberar al Sur y de unificarnos por la fuerza, pero ahora no tenemos ningún interés en eso". La política de dos Estados en la península coreana hace que a los norcoreanos les preocupen menos los asuntos del Sur, aseguró.
Sin embargo, Kim criticó la falta de perspicacia en el mando político en Seúl y, en particular, su colaboración con sus "amos" de Washington en el despliegue de submarinos y aviones portadores de armas nucleares. Al ser la RPDC un país nuclear, armado con un arsenal nuclear estratégico, la manera de que la República de Corea "pueda vivir con seguridad" es procurar que Pionyang no recurra a la fuerza militar, sostuvo el líder.
Mientras tanto, agregó, el presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, en vez de evitar que ocurra un conflicto bélico, se encuentra "completamente inmerso en una fe ciega en el 'poderío' de su amo" y prefiere tomar prestadas las armas nucleares de Estados Unidos.