El torero español Enrique Ponce se despidió este miércoles de los ruedos en España, en una corrida especial en su ciudad natal, Valencia, donde la plaza se llenó de demostraciones de cariño de sus seguidores. Tras cortar las dos orejas a un toro de Juan Pedro Domecq, salió a hombros por una multitud enfervorizada y entusiasmada.
"Si Dios quiere será en México donde ponga el punto final a mi carrera. La última corrida mía en España es esta. Y en México será la última, para despedirme también de aquella afición que que tanto me apoyó para conseguir tantos triunfos como he conseguido allí", dijo Ponce, citado por el portal de información taurina Burladero.
El diestro, de 52 años, ha sido de los toreros españoles de mayor renombre. Tomó la alternativa a los 19 años y desde entonces han pasado ya 34 años de trayectoria profesional. Ha participado en más de 2.000 corridas y es reconocido por su estilo clásico y técnico.
"Forma inaceptable de violencia contra los animales"
La corrida de toros, considerada patrimonio cultural de España, ha ido decayendo progresivamente ante las denuncias de que se trata de un espectáculo basado en el maltrato animal. En septiembre, el Ministerio de Cultura le puso fin al Premio Nacional de Tauromaquia, creado en 2011, después de que el ministro, Ernest Urtasun, anunciara su cancelación este año.
"Las valoraciones y sentimientos de la sociedad respecto a la actividad tauromáquica han ido evolucionando, influyendo tanto en los valores, usos y costumbres de la ciudadanía como en sus percepciones", argumentó Urtasun en la orden publicada en el Boletín Oficial del Estado. Además, considera evidentes que determinadas actividades ligadas a la tauromaquia o algunos elementos concretos "son rechazados por amplios sectores de la sociedad por considerarse una forma inaceptable de violencia contra los animales".