La derogación de un polémico dictamen condiciona el fin del paro de transporte en Perú

Los transportistas no ceden en su medida de fuerza contra el Gobierno del Perú. La víspera, el gremio protagonizó un paro en protesta por el aumento de las extorsiones y el sicariato, que podría extenderse hasta el sábado, en caso de que el Congreso no derogue un dictamen polémico.

Se trata de la norma N° 32108, que modifica varias leyes, como la tocante al crimen organizado y el Código Penal. Para los descontentos, el problema con el dictamen, aprobado el pasado mes de agosto, es que obstaculiza el combate a las organizaciones delictivas y contempla disposiciones que pueden dar paso a la criminalización de la protesta social.

Además, los gremios exigen que se archive todo el apartado sobre "terrorismo urbano", debido a debilidades de forma y de fondo, como el hecho de excluir de ese paraguas a las poblaciones rurales, aún más afectadas por ese flagelo. 

Según revela El Comercio, algunos legisladores han puesto sobre la mesa la posibilidad de hacer modificaciones al texto, pero descartan de plano anular la norma, en línea con lo anunciado por el ministro del Interior, Juan José Santiváñez. En paralelo, avanzan en el Congreso unas nueve iniciativas que apuestan por la derogación o cambios sustanciales en la polémica legislación.

Continúa el paro

Los líderes de los transportistas anunciaron el jueves por la noche que mantendrán la medida de fuerza. "El Congreso, a mi parecer, no tiene voluntad política, por lo tanto, el paro sigue de 72 horas y llamamos a toda la población (...) Estamos en pie de lucha, mientras que no se derogue esta ley y no se archive, no nos vamos a salir de acá del Congreso", aseveró el vicepresidente de la Alianza Nacional de Transportistas, Julio Campos, en declaraciones citadas por RPP.

Por su parte, el presidente de la Confederación Nacional de Transportistas, Miguel Ángel Palomino, advirtió que si no se consigue la derogación de la norma los transportistas no descartan tomar medidas más radicales, como una huelga de hambre, informa Caretas.

Transportistas se movilizan en Perú para exigir protección estatal contra violencia y sicariato

A primera hora de la mañana del viernes, de acuerdo a reportes de medios locales, las repercusiones del llamado a paro no se notan con la misma intensidad, y el tráfico es "casi normal" en las principales vías de circulación.

A pesar de la menor incidencia del planto de los transportistas, con varias líneas de autobuses funcionando ya de manera mucho más fluida, según recoge RPP, el Ministerio de Educación dispuso que este viernes las clases en instituciones educativas públicas y privadas de Lima Metropolitana continúen dictándose de manera remota.

Defensa y represión

La víspera, el plantón de los transportistas al frente del Congreso fue reprimido por la fuerza pública y el saldo del paro fue de 23 personas detenidas. "Es inaceptable que la respuesta de este Gobierno a los ciudadanos que están en las calles exigiendo mayor seguridad sea la violencia. ¡Exigimos el cese a la represión! ", expresó la congresista Sigrid Bazán.

No obstante, pese a las críticas y las peticiones de anulación de normativas, el presidente del Parlamento, Eduardo Salhuana, defendió la gestión del Congreso para sacar adelante un paquete de iniciativas que, a su juicio, están destinadas a combatir la ola de criminalidad que vive el país.

El jueves, la presidenta Dina Boluarte, no aludió al paro de transporte que afectó a Lima pero sí prometió que su Gobierno combatirá la delincuencia de la misma manera en que se derrotó "al terror de Sendero Luminoso". Asimismo, aseguró que la grave crisis de seguridad que afronta Perú es un problema "heredado de años anteriores".