El principal objetivo de la serie de bombardeos que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) lanzaron este jueves contra Beirut no fue alcanzado, recogen medios internacionales.
El ataque del país hebreo contra la capital del Líbano, que ha sido descrito como el más letal de los lanzados en las últimas semanas contra el centro de la urbe, se cobró al menos 22 vidas y dejó más de un centenar de heridos, según el Ministerio de Salud del Líbano.
Según la prensa hebrea y árabe, el principal blanco del ataque de Israel contra la capital libanesa habría sido Wafiq Safa, cuñado del difunto líder de Hezbolá Hassan Nasrallah, que a veces es calificado como ministro de Defensa o del Interior del movimiento chiita. Según reportó Sky News Arabia, citando a varias fuentes, Safa sigue vivo, aunque resultó "gravemente herido" y "su estado es crítico".
"Una de las figuras misteriosas"
Wafiq Safa, informa Al Arabiya, está considerado como "una de las figuras fundamentales en la gestión de las relaciones de política exterior y de seguridad", siendo al mismo tiempo "una de las figuras misteriosas del grupo".
Esta acción sugiere que el Estado hebreo podría estar ampliando sus ataques contra el liderazgo del grupo más allá de los comandantes militares y los altos mandos en los que se ha centrado hasta ahora.
Safa se unió en 1984 al movimiento chiita libanés, en cuyo seno asumió funciones relacionadas con el mecanismo central de seguridad interna, al tiempo que participó en varias negociaciones, tanto a nivel interno libanés como regional, incluido el intercambio de prisioneros entre Hezbolá e Israel durante la Guerra del Líbano de 2006.
- El Líbano está viviendo la mayor escalada del conflicto desde la Guerra del Líbano de 2006. Cerca de 2.000 personas han muerto desde el octubre de 2023, incluidos 400 niños y mujeres, recoge la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH, según sus siglas en inglés).
- La nueva fase del conflicto ha provocado el desplazamiento de más de 1,2 millones de personas. Solamente entre el 30 de septiembre y el 9 de octubre más de 310.000 sirios y alrededor de 110.000 libaneses cruzaron la frontera entre el Líbano y Siria.