En el Gobierno de Estados Unidos creen que ha llegado la "hora de diseñar una nueva estrategia en términos de posiciones específicas" de los miembros de la OTAN respecto a Rusia y las relaciones de la Alianza Atlántica con este país, señaló un alto funcionario en declaraciones a Politico.
A su juicio, los debates dentro del bloque político-militar deberían enfocarse en distintos componentes de la estrategia rusa y "el futuro del Acta Fundacional OTAN-Rusia" (adoptada el 27 de mayo de 1997). "Por el momento tenemos que llegar a un acuerdo en toda la alianza (...) de que este [documento] y el Consejo OTAN-Rusia se crearon para una época diferente, y creo que los aliados están preparados para decir que esa época en nuestra relación con Rusia era diferente, por lo tanto, se merece algo nuevo", dijo.
Según la información compartida, el trabajo comenzará la próxima semana, cuando se reunirán los ministros de Defensa de la Alianza Atlántica. A su vez, el plazo final fue establecido en la última cumbre de la OTAN, celebrada en julio en Washington, y es junio de 2025, para cuando los países miembros tienen programado la próxima cumbre en La Haya (Países Bajos).
Politico también pone al descubierto las diferencias que surgen en torno a "hasta dónde debe llegar" el nuevo conjunto de reglas y las preocupaciones "de que una nueva estrategia muy agresiva pueda enviar una 'señal' capaz de desestabilizar a Rusia". Además, se destaca el enfoque especial de Hungría y Eslovaquia, dos países miembros que siguen manteniendo contactos con el Kremlin y ven un valor estratégico en entablar relaciones con Moscú, rompiendo filas con el resto de la alianza.
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, abordó el futuro del documento en cuestión en una entrevista concedida a un programa de televisión ruso a finales de 2021, dos meses antes del comienzo de la operación militar especial en Ucrania.
Se refirió al Acta Fundacional como "un documento político" y admitió: "Todos estos compromisos políticos proclamados solemnemente a nivel cumbre —no fortalecen su seguridad a cuenta de la seguridad de otros, no trasladar la infraestructura militar, no desplegar fuerzas de combate considerables— fueron destruidos consecuentemente en muchas ocasiones, inclusive, como dijo el presidente de Rusia, Vladímir Putin, con cinco oleadas de expansión de la OTAN, a pesar de todas las promesas". Por esa razón, Moscú asumió la necesidad de insistir "en que las garantías de la seguridad sean exclusivamente jurídicamente vinculantes" a partir de entonces.