Las versiones varían, pero el resultado es el mismo: un grupo de jugadores venezolanos inscribió su nombre en la historia por haber enfrentado y vencido a uno de los clanes más poderosos de RunEscape, un videojuego de rol multijugador masivo en línea o MMORPG.
La hazaña, que solo trascendió en su momento entre el nicho de 'gamers', ha logrado ir más allá en los últimos años, gracias a las redes sociales y a los entusiastas que consideran esa batalla como una de las más épicas de los últimos años, librada en 2020.
Miles de jugadores venezolanos se aliaron para combatir contra el clan denominado 'Reign of Terror' (Reino del Terror), que se había dedicado a exterminar en línea a los usuarios del país suramericano para robarles lo que recolectaban después de pasar horas de juego en línea, en una actividad conocida como 'gold farming'.
Crisis y oportunidad
Aunque el videojuego surgió en 2001, su popularidad entre los usuarios venezolanos se catapultó entre 2016 y 2017, años en que se profundizó la crisis económica en el país suramericano por la imposición de medidas coercitivas unilaterales de EE.UU. contra su industria petrolera.
En esa coyuntura, muchos venezolanos vieron la oportunidad de transar el 'oro' que recolectaban en el videojuego a cambio de algunos dólares diarios, que les permitían un ingreso extra a sus golpeadas economías familiares. La voz se corrió rápidamente por dos razones.
La primera, porque RunEscape podía ejecutarse en las Canaima 'letras rojas', unas computadoras portátiles que el Gobierno nacional entregaba de manera gratuita a las infancias, como parte de los programas de educación primaria. De este modo, el hardware no era un problema para las familias de menos recursos: todos tenían una Netbook en casa.
La segunda razón, no menos importante, es que era gratuito, estaba en la nube y no era necesario descargarlo. Esas facilidades permitieron que cada vez más usuarios venezolanos se unieran a RuneScape y establecieran un comercio paralelo (no precisamente legal dentro de la plataforma) para vender su 'oro' a otros jugadores en el mundo.
El clan del 'terror'
El problema empezó cuando se corrió la voz dentro de que los venezolanos tenían mucho 'oro', así que se proponían la estrategia de identificarlos para robarles el botín. Los consejos iban desde identificar los nombres de usuarios que parecieran latinos, hasta insultarles para ver si respondían de una manera que delatara su nacionalidad.
El cisma ocurrió en marzo de 2019. El masivo apagón que afectó a Venezuela durante varios días desplomó la economía del juego, ya que los usuarios de ese país no podían conectarse. Esa situación puso en alerta a jugadores de otras nacionalidades, que decidieron promover el exterminio online de los 'gamers' venezolanos.
Uno de los clanes que promovió la purga contra los venezolanos se llamaba 'Reign of Terror' (ROT), pero la respuesta ante las 'bajas' en línea fue la organización. El 'ejército' golpeado se reunió a través de plataformas como Discord para planificar estrategias de defensa ante la agresión.
De esta forma, surgieron dos clanes: los que eliminaban a los usuarios venezolanos para quedarse con el oro y los que se asociaban a ellos para protegerlos, a cambio de un pago en esa misma especie. Así, al menos 70 % de esa economía se movía a través de las actividades desarrolladas por los 'gamers' del país suramericano.
Después de meses de asedio, se organizó una "batalla final" que duró unas tres horas, según algunas fuentes, liderada por los usuarios venezolanos ArepaMaster69 y Simón Bolívar, en una zona conocida como Revenant Caves.
El área era controlada por ROT, conformado mayoritariamente por jugadores estadounidenses, que extorsionaban a los jugadores que querían entrar allí: o les pagaban algo o los mataban. Sin embargo, los venezolanos salieron vencedores. La batalla duró tres horas.
Independencia y bloqueo
Después de la victoria frente al clan ROT, los venezolanos saborearon las mieles del triunfo por muy poco tiempo. Los desarrolladores del juego identificaron a los miembros del 'clan' suramericano y empezaron a sancionarlos.
De este modo, se desplomó la economía del juego para los usuarios venezolanos, fue más complicado para ellos continuar con el 'gold farming' y la mayoría decidió salir de la plataforma porque no les resultaba rentable.
Irónicamente, fuera del videojuego, la batalla y el bloqueo eran más que virtuales. En la calle, los venezolanos que salían a ganarse la vida tenían que librar la 'guerra económica' y padecer las sanciones de EE.UU. Años más tarde, el 'baneo' no termina.