Para mantener la salud y la vitalidad, el organismo necesita una cantidad suficiente de vitaminas y minerales. Una nutrición adecuada contribuye a una buena salud, un buen rendimiento físico y mental, una gran resistencia a los factores ambientales nocivos y una longevidad activa.
En el acelerado mundo actual, muchas personas tratan de compensar las necesidades de nutrientes y energía de su organismo eligiendo alimentos especialmente enriquecidos y tomando suplementos con la esperanza de mejorar su salud y prevenir enfermedades. Sin embargo, diversos estudios indican poca eficacia y a veces incluso peligro en este método.
¿Píldoras mágicas?
Expertos de la Universidad de Tokio (Japón) realizaron un estudio en el que descubrieron que los alimentos con más proteínas, vitaminas y micronutrientes reducen las deficiencias de nutrientes en el organismo. Sin embargo, el análisis demostró que pueden provocar un consumo excesivo de vitamina B6, que se observó en el 2 % de los encuestados. Recientemente, científicos se han preocupado por el aumento de las sobredosis de esta sustancia, que puede causar polineuropatía.
Si las personas tienen suficientes nutrientes en su dieta, existe el riesgo de un consumo excesivo y acumulación hasta niveles potencialmente tóxicos debido a los alimentos enriquecidos y suplementos. Sin embargo, los expertos señalaron que faltan datos de alta calidad sobre los efectos adversos a largo plazo del consumo excesivo de una serie de nutrientes, por lo que no está claro si esto es motivo de preocupación.
A su vez, otro estudio ha demostrado que, si bien el uso de suplementos reduce significativamente la proporción de la población general que presenta deficiencias nutricionales, se ha producido un aumento del consumo excesivo en los países de renta alta, principalmente entre los niños menores de tres años.
Además, las pruebas actuales no respaldan la eficacia de los complementos nutricionales para reducir el riesgo de enfermedades no transmisibles como las cardiovasculares, el cáncer o la diabetes de tipo 2. No obstante, garantizar una nutrición adecuada mediante el enriquecimiento de los alimentos y la administración de suplementos puede ser fundamental para prevenir las graves consecuencias de las carencias de nutrientes en los países de ingresos bajos y medios, especialmente entre los niños menores de 5 años, afectados por la malnutrición en más de la mitad de las muertes.
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