Concebido hace varios años, el proyecto de sustitución del portaviones francés Charles de Gaulle está tomando forma.
El presupuesto de defensa de Francia para el año fiscal 2025 incluye inversiones para un portaviones de próxima generación, así como una nueva fragata, dijo el ministro de las Fuerzas Armadas, Sébastien Lecornu, en una audiencia parlamentaria el lunes.
Se prevé que el futuro portaviones de propulsión nuclear, aún más grande que el actual buque insignia de la Armada francesa, cueste al menos 10.000 millones de euros.
Con una eslora de 305 metros y una manga de 79,5 metros, se espera que la nave se convierta en el buque de guerra más grande jamás construido en Europa. Tiene aproximadamente 1,5 veces el tamaño del Charles de Gaulle. El barco está diseñado para portar unos cuarenta aviones, entre ellos una treintena de la versión naval del caza Rafale, de fabricación nacional. A ellos se sumarán helicópteros, aviones de alerta temprana (E2-D Hawkeye) y también drones, recogen medios locales.
La construcción de la nave se prolongará durante muchos años, y se espera que los trabajos comiencen antes de 2026 y duren hasta 2038.
Anteriormente se había informado que el nuevo portaviones francés podrá alcanzar una velocidad de hasta 27 nudos (50 km/h) y su tonelaje de peso muerto (es decir, a plena carga) será de alrededor de 75.000 toneladas.
El barco también estará equipado con un sistema de lanzamiento de aviones electromagnético fabricado por la compañía de defensa estadounidense General Atomics.