El presidente de Chile, Gabriel Boric, criticó la acusación constitucional conjunta que terminó con la destitución de Sergio Muñoz y Ángela Vivanco de la Corte Suprema.
"Resulta insólito, y a mi juicio inexplicable, que la Cámara de Diputados haya decidido dar curso a una acusación constitucional a dos jueces de la Corte Suprema por hechos totalmente distintos en una sola votación", afirmó.
En la víspera el Senado acogió en el mismo libelo la culpabilidad de ambos exministros, por un "notable abandono de deberes" en el máximo tribunal chileno. Por lo cual, aparte de ser removidos de sus cargos, quedan inhabilitados de ejercer funciones públicas por un período de cinco años.
En respuesta, Boric dio una conferencia de prensa para "advertir sobre los efectos complejos y nocivos que puede acarrear para la democracia el mal uso que se puede hacer de las instituciones".
"Utilizar las acusaciones constitucionales contra un juez como un medio oblicuo para enjuiciar sus sentencias del pasado o la manera de comprender el derecho por parte de alguno de ellos, sienta un precedente que es muy peligroso", dijo.
Una reacción repudiada por la oposición, entre ellos el presidente del Senado, José García Ruminot, quien aseguró que el órgano "cumplió con su deber, y por mayoría absoluta de sus miembros, determinó que dos ministros de la CS cometieron ilícitos constitucionales".