La Policía Nacional de Paraguay, en el marco de la operación 'Fleeting', ha detenido en el barrio de Santa Librada de Asunción a dos individuos, un hombre y una mujer, acusados de cometer el delito de sextorsión con numerosas víctimas.
Durante el operativo fue detenido un hombre de 25 años, identificado como Carlos Miguel Stehlik Maciel, y una mujer, también de 25 años, identificada como Tania Giselle Galeano Llanes, quien trabajaba como funcionaria judicial y sería cómplice de los delitos, según han desvelado diversos medios.
El fiscal Federico Delfino, en declaraciones a los medios, relató el modus operandi de los dos detenidos: "La modalidad es la de siempre, contactar a través de redes sociales, principalmente Instagram*", para después pasar a una aplicación de mensajería, contó.
A partir de ahí se realizaba un intercambio de fotos íntimas, que servía para posteriormente extorsionar a las víctimas amenazando con hacerlas públicas o compartirlas con familiares, parejas, amigos o parte del entorno laboral, si no se abonaba una suma de dinero.
El fiscal apuntó que el hombre "es una persona reincidente en este hecho", mientras que la mujer habría sido la encargada de "proveerle al extorsionador sus fotografías", ya que también participaba del proceso de extorsión para obtener dinero de las víctimas.
Elevado número de víctimas
Por su parte, el jefe de Antisecuestros de la Policía Nacional, Nimio Cardozo, precisó que se cuenta con "tres o cuatro denuncias concretas", aunque en el marco de la investigación se ha descubierto que existe un número mucho mayor de víctimas.
El dinero manejado por el autor principal asciende a "mucho más de 100 millones de guaraníes (más de 12.000 dólares)", según Cardozo, quien puntualizó que una de las víctimas llegó a pagar más de 50 millones de guaraníes (alrededor de 6.300 dólares) y otra, 10 millones (1.300 dólares).
El comisario animó a otras víctimas a contactar con las fuerzas policiales para poder ampliar el proceso y avanzó que se solicitará autorización para hacer las extracciones forenses de teléfonos y otros soportes magnéticos que fueron incautados.
Ahora la mayor duda recae sobre las fotos reales que fueron utilizadas para llevar a cabo la sextorsión. Se trata de descubrir si fueron proporcionadas voluntariamente para participar en el ilícito, y pertenecen a personas que forman parte de la estructura criminal, o si se obtuvieron de manera irregular.
*Instagram pertenece a Meta, empresa prohibida en Rusia y reconocida como organización extremista.