El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, ha comentado las declaraciones que hizo el ex primer ministro británico Boris Johnson en su libro autobiográfico, titulado 'Unleashed' (Desatado), sobre un encuentro que ambos mantuvieron años atrás en Moscú.
En uno de los fragmentos del libro, Johnson "se queja de que supuestamente usted lo obligó a sentarse frente a una chimenea muy caliente para que sudara profusamente. ¿Cómo lo consiguió?", le preguntaron al canciller ruso durante una reciente entrevista con el diario Argumenty i Fakty.
"Es excéntrico. La parte que usted citó encaja con su imagen excéntrica. Fue el invitado de honor en nuestra sala de estar, donde tratamos a nuestros colegas cuando vienen a negociar. El sillón en el que se le invitó a sentarse es el mismo para todos los invitados", explicó Lavrov, precisando que la reunión tuvo lugar en invierno y que la chimenea no solo se utiliza para proporcionar calor adicional en esa época del año, sino también para crear una atmósfera más acogedora.
"Yo estaba sentado a dos metros de él, al otro lado de la mesa. Recuerdo perfectamente que él no estaba sudando. No tenía las gotas de sudor en la cara sobre las que escribe. Repito, Boris Johnson es famoso por sus acciones extravagantes y además puede mentir fácilmente", mencionó.
En este contexto, el ministro señaló que en el mismo libro, Johnson niega haber intervenido en las negociaciones de paz en Estambul entre Moscú y Kiev en abril de 2022, y haber impedido que se firmara un acuerdo entre las dos partes.
"Aunque este hecho fue confirmado por David Arajamia, jefe de la delegación ucraniana, quien rubricó el documento correspondiente", indicó Lavrov. "Boris Johnson, demostrando que no tiene nada que ver con eso, escribió, cito: 'Los ucranianos nunca iban a aceptar las condiciones de Vladímir Putin'", continuó el canciller.
Sin embargo, en Estambul nunca se expuso la voluntad del presidente ruso, sino que "la delegación ucraniana trajo su documento, que habíamos aceptado tomar como base", agregó. "Dejo la mentira descarada de que Vladímir Putin imponía algo, y los ucranianos no aceptaban algo, en la conciencia de Boris Johnson", concluyó.