La Policía de Israel ha arrestado a siete sospechosos acusados de realizar espionaje para Irán, supuestamente durante dos años y a cambio de dinero, informaron el lunes medios locales.
Según la Policía, se trata de ciudadanos israelíes de las ciudades de Haifa y Kiryat que también tienen la ciudadanía de Azerbaiyán, y entre ellos hay un soldado desertor y dos menores. Se espera que el viernes la Fiscalía presente una acusación ante el tribunal de distrito de Haifa por una serie de delitos graves contra la seguridad.
Entre otras cosas, son sospechosos de fotografiar y recopilar información sobre bases e instalaciones militares de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), incluidas las de la Fuerza Aérea en Nevatim y Ramat David, el campamento de Kariya, en Tel Aviv, y ubicaciones de baterías del sistema de defensa antiaérea Cúpula de Hierro.
Asimismo, se sospecha que han transmitido información sobre puertos e infraestructuras energéticas, como la central eléctrica de Hadera. También presuntamente recibieron de los operadores mapas de sitios estratégicos, como la base Golani. A su vez, el grupo habría recopilado información sobre figuras de alto rango en el sistema de seguridad israelí.
Se prevé que los sospechosos sean acusados de realizar entre 600 y 700 tareas supuestamente asignadas por funcionarios en Irán. Además, se presume que recibieron decenas de miles de dólares en criptomonedas y por otros medios.
La Policía local define la situación como uno de los casos de espionaje más graves que ha conocido el país en las últimas décadas. "Este es un incidente muy grave, una célula terrorista que operó durante un largo período de tiempo ante nuestras narices de manera muy sistemática y llevó a cabo misiones para Irán. Es inquietante el tipo de realidad en la que nos encontramos", comentó un alto funcionario de la Policía.