Detienen en Brasil a más de 280 hinchas uruguayos por perpetrar actos de violencia

El caos se generó en la previa del partido de la Copa Libertadores de este miércoles, en el que se enfrentarán los equipos Peñarol y Botofargo.

La Policía Militar de Brasil detuvo este miércoles a 283 aficionados de fútbol de nacionalidad uruguaya, a los que se sindica de haber perpetrado actos de violencia en la playa Recreio dos Bandeirantes, ubicada en la zona oeste de la ciudad de Río de Janeiro, a donde habían acudido para presenciar el partido de semifinales de la Copa Libertadores entre los clubes de Peñarol y Botafogo, reseña G1.

De acuerdo con la reconstrucción de los hechos aportada por la Policía, la situación inició al mediodía (hora local), luego de que uno de los aficionados procedentes de Uruguay hurtara un celular en una panadería.

Así las cosas, desde el local contactaron a un equipo del Batallón Especializado de Vigilancia de Estadios, que en breve localizaron al ladrón, pues sus acciones quedaron registradas por una cámara de seguridad. Con su arresto, los ánimos se exacerbaron y los fanáticos uruguayos comenzaron a amotinarse.

El ataque

Los seguidores del Peñarol optaron por ocultarse el rostro y utilizaron palos y piedras para atacar a los gendarmes que se encontraban en la playa, así como a algunos de los bañistas. La violencia escaló a tal nivel que las bombas paralizantes que les lanzaron los efectivos policiales no se tradujeron en el cese de la violencia, que se prolongó durante casi hora y media.

En el interín, la hinchada optó por usar como escudo las mesas de un kiosco del malecón, las estructuras de las tiendas de campaña como palos y las botellas hicieron las veces de proyectiles lanzados contra las personas que intentaron detenerlos.

Al recuento de daños se sumó el incendio de una motocicleta y el saqueo de un carrito en el que se almacenaban tiendas de campaña y sillas. Estos objetos también fueron usados como armas.

Control

A eso de las 13:15 llegaron al sitio funcionarios del Batallón de Choque de la Policía y, en represalia, los residentes quemaron uno de tres los autobuses en los que viajaron aficionados uruguayos. Minutos más tarde, las fuerzas de seguridad lograron contener a un grupo y los obligaron a sentarse en el piso.

Al concluir la intervención policial, 283 hinchas habían sido detenidos y a uno de ellos se le confiscó un arma. Además, los bomberos relataron a los medios que siete personas debieron ser atendidas por las heridas que sufrieron en la refriega, de las cuales tres terminaron hospitalizadas. No se revelaron ni la naturaleza ni la gravedad de las lesiones.