En los últimos meses, a la medida que se aproximan las elecciones presidenciales de EE.UU., que se llevarán a cabo el 5 de noviembre, las campañas de los candidatos presidenciales Kamala Harris y Donald Trump se han concentrado en los llamados estados indecisos, que podrían definir el resultado de los comicios.
Los analistas políticos identifican en general siete estados indecisos clave para este ciclo electoral:
- Arizona;
- Georgia;
- Michigan;
- Nevada;
- Carolina del Norte;
- Pensilvania;
- Wisconsin;
Estados indecisos y "seguros"
Un estado indeciso ('swing state', en inglés) es uno donde los partidos tienen niveles similares de apoyo y que han votado por candidatos tanto demócratas como republicanos en las recientes elecciones presidenciales. La lista exacta puede variar y hace varias décadas había aproximadamente el doble de estados indecisos que ahora, pero la cantidad ha disminuido a medida que el país se ha polarizado más.
En el mismo sentido, la organización sin fines de lucro U.S. Vote Foundation explica que los candidatos suelen ganar por un pequeño margen de votos en estos estados pendulares que pueden oscilar a partido distinto al de las elecciones anteriores.
Los siete estados mencionados estuvieron cerca en las elecciones de 2020 entre Trump y el actual mandatario Joe Biden y tienen un historial de ser competitivos, explica Bloomberg. En 2016, por ejemplo, Trump ganó a Hillary Clinton en Michigan, Pensilvania y Wisconsin por 77.744 votos combinados, mientras que Joe Biden ganó los tres estados en 2020. Arizona y Georgia votaron por Biden en 2020 y por Trump en 2016; Nevada votó estrechamente por los demócratas tanto en 2016 como en 2020, y Carolina del Norte votó estrechamente por los republicanos en ambas ocasiones.
Al contrario, históricamente, algunos estados han elegido solo a un candidato republicano o solo a un candidato demócrata; a estos estados se los suele denominar estados "seguros". Dependiendo de su inclinación política, a estos estados a veces se los denomina estados "rojos" (republicanos) o "azules" (demócratas).
Cada voto importará
Siendo un fenómeno específico de EE.UU., donde el presidente no es elegido directamente por el voto popular, la noción de estados indecisos se basa en el sistema de elección del presidente del país, es decir, el sistema del Colegio Electoral. Cada estado tiene una cantidad específica de votos en el Colegio Electoral que se basa en su población. Para ganar una elección presidencial, un candidato debe obtener al menos 270 de los 538 votos.
En todos los estados, excepto Maine y Nebraska, que utilizan el sistema proporcional para asignar los votos electorales, el principio de "el ganador se lleva todo" determina qué candidato obtiene todos los votos electorales del estado.
Si el candidato presidencial A obtiene más votos (aunque sea un voto más) que el candidato B, el candidato A "gana el estado", lo que significa que el candidato A obtiene todos los votos electorales de ese estado. Por lo tanto, cada voto importará, enfatiza U.S. Vote Foundation.
Los estados excepciones Maine y Nebraska asignan sus votos electorales basándose en la cantidad de votos recibidos por cada candidato. Por ejemplo, tuvieron una votación dividida dos veces: Maine, en 2016 y 2020, y Nebraska, en 2008 y 2020.
Tendencia hacia los estados indecisos
De tal modo, aunque los estados más poblados tienen más electores del Colegio Electoral, el tamaño y la población de un estado no influyen en su consideración como estado indeciso. Si la contienda está reñida y el estado se equilibra con un margen de votos muy estrecho que podría inclinarse hacia un lado o hacia el otro, ese factor se convierte en un factor más crítico.
En los últimos años, se ha observado una tendencia hacia las carreras reñidas, lo que resalta una vez más la importancia de los siete estados en cuestión. Así, en las elecciones de 2020, estados en disputa fueron fundamentales para decidir el resultado de las elecciones, mientras que el margen de voto ganador fue menos del 3 % .
Los rivales están en un empate
Según aclara Bloomberg, desde el año 2000, 15 estados han cambiado de partido de una elección a otra. En 2024, solo siete estados "están en juego de manera realista" y la elección podría reducirse a solo dos o tres. Dentro de esos estados, los condados rojos se vuelven más rojos y los condados azules se vuelven más azules. Así, un número menor de votantes influye en las campañas presidenciales.
Aunque diferentes sondeos de opinión dan ventaja a Trump y otros a Harris, el denominador común es que ninguno de los dos tiene una victoria asegurada. De acuerdo con Bloomberg, los dos candidatos "están encerrados en un empate".
Según NBC News, Harris y Trump, junto con sus compañeros de fórmula, Tim Walz y James David Vance, se han mantenido en gran medida "en su conocido campo de batalla", visitando los estados indecisos, sobre todo Pensilvania, múltiples veces.