Uno de cada tres adultos afirmó en una nueva encuesta, organizada por la aplicación de citas Flure, que firmaría un acuerdo de confidencialidad sexual para mantener sus preferencias sexuales en privado, informa New York Post.
En particular, el 37 % de los 2.000 encuestados afirmó que firmaría encantado un acuerdo de confidencialidad antes de iniciar una nueva relación que garantice que sus secretos permanezcan a puerta cerrada, mientras que un 43 % dijo estar potencialmente interesado en la idea.
Las motivaciones para firmar un trato de este tipo son muy distintas: desde inseguridad sobre habilidades sexuales, hasta preferencias y fetiches específicos.
El 51 % confesó tener miedo de que su pareja reaccione mal si conoce la verdad sobre sus deseos más profundos, mientras que casi el 20 % afirmaron que no podían estar seguras de que su novio no contaría a nadie el encuentro sexual. Algunos también suelen estar preocupados por sus 'kinks' (fantasías sexuales no convencionales, juegos de rol o fetiches).
"Los 'kinks' son una parte natural de la sexualidad humana: nuestro estudio muestra que solo el 5 % de las personas afirma no tener ninguno. Sin embargo, a pesar de su carácter común, muchos siguen temiendo expresar estos deseos por temor a ser juzgados o rechazados", explicó Leah Levi, de Flure.
Mientras tanto, mantener secretos sexuales con una pareja íntima puede provocar insatisfacción y distanciamiento emocional, señalaron los expertos. Más del 40 % de los encuestados afirmaron que la falta de revelación total de su sexualidad tenía un impacto negativo en sus relaciones. Algunas de los fetiches más populares, según la encuesta, eran el sexo en público (el 50 % dijo que le excitaba la idea), mientras que el 49 % sentía curiosidad por un trío.