Si la oposición hubiera ganado las elecciones legislativas en Georgia, ese resultado no habría generado polémica alguna, declaró el ministro de Asuntos Exteriores de Hungría, Peter Szijjarto.
En declaraciones a la prensa, el canciller húngaro llamó a tomar cuenta de que "ninguna organización internacional ha dicho que las elecciones no hayan sido libres, justas y democráticas".
"Si aquí hubiera ganado la oposición, no habría problemas con la democracia", sostuvo el alto cargo diplomático, para detallar que la crítica de las elecciones se generó cuando se dio a conocer que ganó el partido gobernante.
"Si ganan los partidos de derecha, los conservadores o los partidos soberanistas, suele haber problemas sistémicos con respecto a la democracia. Si ganan los liberales, todo va bien y brilla el sol. Es muy sencillo", subrayó.
Presidenta y oposición no reconocen los resultados
Previamente, la presidenta de Georgia, Salomé Zurabishvili, quien aboga por un curso político prooccidental, se negó a reconocer los resultados oficiales de las elecciones legislativas, ganadas con 53,93 % de los votos por el partido gobernante Sueño Georgiano, que promueve relaciones amistosas con Rusia. Ninguno de los partidos de la oposición, orientados hacia la cooperación con Occidente, ha reconocido tampoco los resultados de los comicios y, por el contrario, sus seguidores salieron a protestar en las calles de la capital del país, Tbilisi.
Según Zurabishvili, los resultados de los comicios fueron "completamente falsificados" y "se utilizó la tecnología para encubrir el fraude". En ese contexto, acusó a Moscú de organizar una "operación especial". Rusia, a su vez, rechaza resueltamente las acusaciones en su contra.