El presidente argentino, Javier Milei, designó este miércoles como ministro de Relaciones Exteriores a Gerardo Werthein. Reemplazará en esas funciones a Diana Mondino, apartada de su cargo luego de que la delegación de ese país suramericano ante las Naciones Unidas votara a favor de una resolución que exige poner fin al bloqueo impuesto por EE.UU. a Cuba.
Werthein, un conocido empresario, pertenece a una de las familias más acaudaladas de Argentina y a la fecha se desempeñaba como embajador de Buenos Aires en Washington y vicepresidente del Comité Olímpico Internacional (COI), recoge El Destape.
Aunque estudió medicina veterinaria, su nombre es conocido principalmente por haber estado al frente del Comité Olímpico Argentino por más de una década, lo que le permitió acceder a puestos directivos en el COI.
La Nación detalla que desde 2011 ha integrado diversas comisiones de la máxima entidad olímpica mundial, destacándose su presidencia en la Digital y Tecnología. En 2020 se produjo su salto hacia las esferas ejecutivas del organismo, y en la actualidad ocupa una de las cuatro vicepresidencias.
Cómo construyó su imperio de compañías
En cuanto a sus actividades empresariales, la prensa local apunta que su familia es propietaria de un conglomerado de compañías. Según se lee en el portal del Grupo Werthein, su portafolio de negocios incluye alimentos y bebidas, agricultura, salud, seguros, desarrollos inmobiliarios, energía y telecomunicaciones.
El primero de los Werthein, León, llegó de Rusia a Argentina en 1904, en compañía de su esposa Ana. Decidieron emigrar para eludir la guerra ruso-japonesa y la hostilidad creciente contra los judíos, asegura El Destape.
Inicialmente se desempeñó como comerciante de frutas, semillas, agroquímicos, ganados y combustibles, pero en las décadas siguientes logró conformar un conglomerado con intereses que se extienden hasta EE.UU. y el Reino Unido.
Pieza clave
Antes de ser oficializado como representante diplomático de la administración libertaria en EE.UU., en mayo pasado, Gerardo Werthein ya ostentaba de facto una posición clave en las relaciones bilaterales entre Buenos Aires y Washington, así como en las negociaciones que sostuviera el Ejecutivo con el Fondo Monetario Internacional.
En correspondencia con ese rol, desde la Oficina del Presidente indicaron ahora en un comunicado que el diplomático "liderará la continuidad de la transformación de la política exterior" del país, caracterizada por un fuerte acercamiento con EE.UU. e Israel.
"La Argentina atraviesa un período de cambios profundos, y esa nueva etapa exige que nuestro cuerpo diplomático refleje en cada decisión los valores de libertad, soberanía y derechos individuales que caracterizan a las democracias occidentales", se lee en el texto, que también alude a su oposición categórica al Gobierno de Cuba, al que tacharon de "dictadura".
Del mismo modo, se afirma allí que Argentina "defenderá los mencionados principios en todos los foros internacionales en los que participa", y se anuncia que el Poder Ejecutivo "iniciará una auditoría del personal de carrera de la Cancillería, con el objetivo de identificar a impulsores de agendas enemigas de la libertad", un proceso al que no estará ajeno Werthein.