Descubren ataúdes egipcios con una colección de joyas del Imperio Medio
Arqueólogos descubrieron la primera tumba del Imperio Medio (2040-1782 a. C.) en el cementerio Asasif Sur, en el marco de una misión arqueológica egipcio-estadounidense, realizada al oeste de la ciudad egipcia de Luxor.
La tumba alberga 11 ataúdes nunca antes abiertos con restos de hombres, mujeres y niños, lo que sugiere que se trató de un cementerio familiar, utilizado por varias generaciones durante la dinastía XII y principios de la dinastía XIII, según el comunicado emitido por el Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto.
El Dr. Mohamed Ismail Khaled, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto, destacó que el descubrimiento "cambiará la historia del cementerio Asasif Sur y lo convertirá en uno de los grandes del Reino Medio en Tebas".
¿Qué había en los 11 ataúdes?
Además de los esqueletos, en el interior de los ataúdes se halló una colección de objetos únicos, entre los más destacados se encuentra un collar con 30 cuentas cilíndricas de amatista y dos cuentas de ágata (gema semipreciosa), que estaba rodeando un amuleto en forma de cabeza de hipopótamo.
La jefa de la misión arqueológica de la parte estadounidense, la Dra. Catherine Blakeney, reveló que en dos ataúdes se encontraron espejos de cobre, uno con el mango en forma de flor de loto y otro con un diseño inusual del rostro de la diosa Hathor con cuatro caras. También una estatuilla de la fertilidad hecha de loza y latón de color verde azulado, bien diseñada y decorada con joyas.
Asimismo, se halló un grupo de collares, pulseras, brazaletes, cadenas, anillos y cinturones hechos con ágata roja, porcelana e incrustaciones de piedras y amuletos con formas animales.
Un último descubrimiento, que llamó la atención de los expertos, fue una mesa de ofrendas de forma cuadrada, tallada en relieve con la cabeza de un toro, una hogaza de pan (generalmente de forma redonda) y otras ofrendas que le daban un significado sagrado.
A pesar de que la mayoría de los ataúdes sufrieron daños importantes por las inundaciones, que perjudicaron la madera y las telas de lino, otros implementos funerarios se pudieron conservar entre los restos humanos. El hallazgo contribuirá a comprender las prácticas y rituales funerarios que se realizaban en Tebas durante el Imperio Medio.
Las excavaciones arqueológicas, que revelaron este hallazgo, son parte del proyecto de restauración de la necrópolis de Asasif Sur y prometen convertirla en una de las más importantes de Egipto.