El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, adelantó que una de sus primeras prioridades al asumir el cargo en enero será hacer la frontera sur del país "fuerte y poderosa", y que su administración no tendrá "más remedio" que llevar a cabo su promesa electoral de deportaciones masivas.
"Obviamente, tenemos que hacer que la frontera sea fuerte y poderosa, y al mismo tiempo queremos que la gente entre en nuestro país. No soy de los que dicen: 'No pueden entrar'. Queremos que la gente entre", aseguró para NBC News este jueves.
"No es una cuestión de precio. En realidad, no tenemos más remedio. Cuando la gente ha matado y asesinado, cuando los capos de la droga han destruido países, ahora tendrán que volver a esos países, porque no se van a quedar aquí. Eso no tiene precio", insistió al ser preguntado sobre el costo que tendría llevar a cabo su plan de deportaciones masivas.
Se estima que Trump cosechó 45 % de los votos hispanos, una cifra que ningún republicano había conseguido hasta el momento, a pesar de que como candidato basó parte de su campaña en acusaciones contra los inmigrantes. Trump asegura que su alto porcentaje entre los latinos se debe a que los mismos migrantes "quieren tener fronteras. Les gusta que entre gente, pero que entren con amor por el país y de forma legal".
Asimismo, insistió en que este "realineamiento" en los votos de algunas minorías es producto de que "los demócratas no están en línea con el pensamiento del país".
Como candidato, Trump aseguró que de ganar lanzaría el "mayor programa de deportaciones en la historia" estadounidense contra los inmigrantes ilegales. Prometió asimismo revocar la política de 'puertas abiertas', completar la construcción del muro fronterizo en el límite con México, reforzar el personal fronterizo y reimponer las prohibiciones de entradas desde países indeseables.