Un Boeing 737-800 de la aerolínea australiana Qantas se vio obligado a regresar al aeropuerto de Sídney y realizar un aterrizaje de emergencia debido a un fallo de motor que sobrevino durante el despegue y que, supuestamente, habría provocado un gran incendio junto a una pista de aterrizaje, informaron medios locales el viernes.
Pasajeros dijeron haber oído una explosión poco después del despegue. La compañía aérea comunicó que el avión experimentó "un fallo contenido del motor" y regresó con seguridad a la pista al cabo de algún tiempo.
"Nuestros pilotos están altamente capacitados para manejar situaciones como esta y el avión aterrizó sin problemas después de que se llevaran a cabo los procedimientos apropiados", dijo el jefe de pilotos Richard Tobiano. "Entendemos que esto habría sido una experiencia angustiosa para los clientes y nos pondremos en contacto con todos ellos esta tarde para proporcionarles apoyo", agregó.