La jefatura del Departamento de Estado de EE.UU. continúa estudiando opciones para reemplazar al "actual liderazgo de Ucrania, en caso de ser necesario", comunicó este lunes la Oficina de prensa del Servicio de Inteligencia Exterior de la Federación de Rusia.
"Como una de las formas 'legítimas' de eliminar al 'demasiado presuntuoso' V. [Vladímir] Zelenski, Washington está considerando celebrar [en Ucrania] elecciones presidenciales y parlamentarias el próximo año en el contexto del conflicto armado con Rusia en marcha", reza el comunicado.
Con este objetivo, la parte estadounidense tomó la decisión de iniciar "un estudio preventivo" de las cuestiones relacionadas con la formación de las condiciones para la organización de una campaña electoral en Ucrania, continúa.
Etapas del plan
De acuerdo con los datos de la inteligencia rusa, en la primera etapa de su plan el Departamento de Estado planea "estimular las estructuras de la sociedad civil ucraniana bajo su control a través de los llamados fondos de 'democratización' y 'think tanks' estadounidenses para que presenten una iniciativa correspondiente, que recibirá 'un amplio apoyo público'".
"La nominación de los candidatos se llevará a cabo en consulta con el Departamento de Estado de EE.UU.", señala el documento.
En segundo lugar, "las ONG estadounidenses seleccionarán las organizaciones públicas locales para monitorear las elecciones", añade.
Además, "a instancias de EE.UU., entre los 'activistas civiles' ucranianos financiados por Occidente [ya] empezaron a discutir la creación de un nuevo partido, diseñado para ocupar un nicho proestadounidense durante la próxima campaña electoral".
"De acuerdo con el plan del Departamento de Estado de EE.UU., esta fuerza política deberá formar parte de la Rada Suprema [parlamento ucraniano] y convertirse en un elemento importante del sistema de control para cualquier líder ucraniano", señala el documento.
En este contexto, desde el Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia resaltaron que "esta actividad de los estadounidenses demuestra claramente que el mantra 'ni una palabra sobre Ucrania sin Ucrania', repetido regularmente por los representantes oficiales de EE.UU., no es más que un hermoso 'envoltorio'". "De hecho, el destino de este país [Ucrania] y de sus líderes títeres seguirá decidiéndose en los despachos en Washington", concluye.