El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, anunció este martes que dimitirá de sus funciones, luego de que varios miembros de la Iglesia de Inglaterra solicitaran su renuncia por haber encubierto cientos de abusos sexuales hacia menores, perpetrados por el abogado John Smyth.
"Creo que apartarme es lo mejor para los intereses de la Iglesia de Inglaterra, a la que claramente amo y a la que me he sentido honrado de servir", reza en su comunicado, compartido en X.
La presión sobre Welby se intensificó desde la semana pasada, cuando se publicó un informe en el que se culpa a Smyth de haber agredido física y sexualmente a hasta 130 menores en el Reino Unido y África a lo largo de cinco décadas. Esta investigación también concluyó que el abogado podría haber sido llevado ante la Justicia si Welby lo hubiera denunciado formalmente.
Por su parte, el arzobispo aseguró que tuvo conocimiento sobre estos hechos por primera vez en el 2013, pero consideró que no debía interferir porque le habían informado que la Policía estaba al tanto y pensó que se obtendría "una resolución apropiada". Sin embargo, Smyth murió en el 2018 y nunca fue juzgado por sus supuestos delitos.
"Espero que esta decisión deje en claro cuán seriamente entiende la Iglesia de Inglaterra la necesidad de cambio y nuestro profundo compromiso de crear una Iglesia más segura. Al renunciar, lo hago con dolor por todas las víctimas y sobrevivientes de abuso", reza en el comunicado de Welby.
¿Quién fue John Smyth?
John Smyth fue un abogado y cristiano evangélico que ocupó varios cargos en Iwerne Trust, un campamento para jóvenes y niños cristianos en el Reino Unido, en las décadas de 1970 y 1980. En 1984, Smyth se trasladó a Zimbabue, luego de que surgieran las primeras acusaciones en su contra y estableció allí una organización similar. Casi una década después, el abogado fue detenido por la muerte de un menor de 16 años, aunque el caso fue desestimado y terminó mudándose a Sudáfrica.
En el 2017, se transmitió un documental sobre los presuntos abusos de Smyth, lo que llevó a que se abriera una investigación policial. Sin embargo, el hombre murió al año siguiente, mientras era buscado por las autoridades para ser interrogado.
Los medios locales lo han descrito como el abusador en serie más prolífico relacionado con la Iglesia de Inglaterra.