Embajador de EE.UU. asegura que la estrategia de 'abrazos, no balazos' fracasó en México
El embajador estadounidense en México, Ken Salazar, criticó este miércoles que la estrategia de seguridad implementada durante la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador (2018-2024), conocida como 'abrazos, no balazos', no fue capaz de garantizar la aplicación de las leyes.
"La estrategia de 'abrazos, no balazos', no funcionó", sentenció el diplomático en una conferencia de prensa. En su opinión, "la parte del concepto que tiene validez es la prevención" y, a ese respecto, Washington respalda programas como 'Sembrando oportunidades' y 'Sembrando vidas', con los que se pretende atender las causas estructurales de la violencia.
Empero, Salazar arguyó que "el otro lado" consiste en "cumplir con la ley". "Y ahí es cuando se dice nomás 'no hay problema', tenemos estas cifras que le dicen al pueblo que no hay problema, no están basadas en la realidad", puesto que amplios sectores de la sociedad mexicana "no viven en seguridad", valoró.
Desde su punto de vista, la mejora en los niveles de seguridad en el territorio mexicano pasa por el trabajo en sociedad de los dos gobiernos "con respeto a la soberanía", pues ese, dijo, es "el paradigma" que defiende como representante de la Casa Blanca; sin embargo, durante el último año, ello no habría sido posible por las negativas de López Obrador a aceptar lo que calificó como "apoyo" de su país.
"Desafortunadamente, esta coordinación ha fallado en el último año, en gran parte porque el presidente anterior no quiso recibir el apoyo de EE.UU., cerró la puerta a inversiones de arriba de 32 millones de dólares porque no quería que esa inversión llegara a México para ayudar con la seguridad del pueblo mexicano", sostuvo.
Roces
La captura del narcotraficante Ismael 'El Mayo' Zambada, uno de los cabecillas del Cártel de Sinaloa, abrió una grieta en las relaciones bilaterales que aún no se ha cerrado, pues las autoridades mexicanas reclamaron que el capo fue secuestrado sin autorización en México y enviado a EE.UU. en un vuelo privado, presuntamente con conocimiento de funcionarios norteamericanos.
A la fecha, el Gobierno de EE.UU. no ha ofrecido detalles del operativo.
Así, mientras Salazar defendió las acciones y aseveró que la detención de Zambada debía ser motivo de alegría para las dos naciones, la presidenta Claudia Sheinbaum cuestionó el proceder unilateral de los funcionarios estadounidenses.
"El fin no justifica los medios [...]. No porque hayan detenido a un narcotraficante, uno no ve la manera en que se detuvo", replicó la mandataria en una de sus conferencias de prensa, en la que también advirtió que su país siempre pedirá "respeto y condiciones de igualdad y que se cumplan las normas nacionales e internacionales en el caso de detenciones".