La campaña de la candidata demócrata, Kamala Harris, se encuentra endeudada después de las elecciones presidenciales, a pesar de la recaudación récord de más de 1.000 millones de dólares e incluso después del fracaso electoral, y sigue pidiendo dinero a los donantes, informó NBC News.
Las fuentes contaron al medio estadounidense que la campaña de Harris ha estado enviando mensajes y correos electrónicos pidiendo más donaciones, cuya necesidad se atribuye a la ayuda para el recuento de votos en estados u otras actividades electorales. "Hola equipo, soy Kamala, las elecciones no han sido lo que queríamos, pero nunca abandonaré la lucha […]. Y en este momento, todavía hay una serie de carreras críticas en todo el país que están demasiado cerca de llamar, o dentro del margen de recuentos, o ciertos desafíos legales", decía uno de los mensajes enviado este martes.
No obstante, un miembro del equipo de la vicepresidenta admitió que la campaña tiene una deuda, pero no dio una cantidad concreta, señalando que no sería difícil saldarla antes de fin de año. Sin embargo, otros miembros de la campaña negaron la acusación, afirmando que las peticiones de donaciones adicionales tenían como objetivo saldar la deuda. Un funcionario de la campaña dijo que las peticiones de dinero adicional tras la derrota y las recaudaciones tan elevadas durante la carrera son "espantosas", mientras que el segundo describió la situación como "repugnante".
Nadie conoce la suma exacta de la deuda de la campaña de Harris, incluso sus miembros mencionaron diferentes cantidades, la mínima de las cuales era de 6 millones de dólares, mientras que también había variantes de decenas de millones de dólares. Mientras tanto, los donantes están desconcertados por la forma en que se gastó el dinero y cuestionan la manera en que se llevó a cabo la campaña de la vicepresidenta, con costosos conciertos de famosos cantantes y diversas entrevistas. Las tres fuentes señalaron que los donantes ya han hecho reclamos sobre la transparencia del gasto a los responsables de la campaña de Harris. Además, esta situación ya empieza a poner en peligro la credibilidad del Partido Demócrata.
Por su parte, el presidente electo, Donald Trump, bromeó sobre la situación en que se encuentra el Partido Demócrata, ofreciéndole su ayuda. "Me sorprende mucho que, a los demócratas, que libraron una dura y valiente lucha en las elecciones presidenciales de 2020, recaudando una cantidad récord de dinero, no les sobraran muchos dólares. Ahora están siendo exprimidos por los vendedores y otros. Cualquier cosa que podamos hacer para ayudarlos durante este difícil periodo, recomiendo encarecidamente que, como partido y por el bien de la desesperadamente necesaria UNIDAD, lo hagamos. Nos sobra mucho dinero", aseveró.