Un equipo de científicos alemanes ha descubierto por primera vez en la Antártida muestras de ámbar de mediados del Cretácico. Estos restos fósiles, con una antigüedad de 90 millones de años, sugiere que las coníferas dominaban antaño las selvas pantanosas cercanas al Polo Sur, recoge un estudio publicado en la revista científica Antarctic Science (AS).
La Antártida era el único continente donde no se habían encontrado ejemplares de ámbar, ya que los hallazgos más meridionales se encontraban en el sur de Australia. Ahora, los investigadores han extraído trozos fosilizados de resina de un núcleo extraído del fondo del mar de Amundsen en 2017.
Para encontrar las diminutas partículas de resina, los valiosos hallazgos se cortaron cuidadosamente en placas de milímetros de grosor y se observaron bajo luz ultravioleta. El equipo también halló pruebas de su secreción patológica, es decir, de la secreción de resina para sellar los daños en la corteza causados por parásitos o incendios forestales.
"Fue muy emocionante comprobar que, en algún momento de su historia, los siete continentes tuvieron condiciones climáticas que permitieron la supervivencia de árboles productores de resina. Nuestro objetivo ahora es saber más sobre el ecosistema forestal: si se quemó, si podemos encontrar rastros de vida incluidos en el ámbar. Este descubrimiento permite un viaje al pasado de otra forma más directa", afirma Johann P. Klages, primer autor del Instituto Alfred Wegener (AWI, según sus siglas en inglés).