La Fiscalía General de El Salvador solicitó el jueves la detención del expresidente Alfredo Cristiani (1989-1994) por su ausencia en la segunda jornada de audiencia preliminar en la causa por la masacre de seis sacerdotes jesuitas —cinco de ellos de nacionalidad española— y dos colaboradoras, en 1989, en el contexto de la guerra civil.
"Han solicitado la detención provisional para aquellas personas que no se han presentado a esta audiencia", comunicó a la prensa el abogado Carlos Miranda, quien defiende al también imputado Rodolfo Parker, exdiputado y exasesor jurídico del Ministerio de Defensa.
La Comisión de la Verdad responsabilizó de la masacre a Cristiani y a Parker, así como a los exmilitares retirados Juan Rafael Bustillo, Juan Orlando Zepeda, Rafael Humberto Larios, Carlos Camilo Hernández, Nelson Iván López, Joaquín Arnoldo Cerna, Inocente Orlando Montano, Óscar León Linares y Manuel Antonio Rivas. La Fiscalía General los acusa de asesinato, actos de terrorismo, conspiración para actos de terrorismo, fraude procesal y encubrimiento.
Cinco ausentes
En el primer día de la audiencia únicamente se presentaron cinco de los 11 procesados en el caso, por lo que se pidieron órdenes de captura contra ellos. Asimismo, la Fiscalía reafirmó las acusaciones por delitos de lesa humanidad y presentó pruebas que supuestamente los vinculan de manera directa con los asesinatos.
Todos ellos se enfrentan a cargos por homicidio, encubrimiento, fraude procesal, terrorismo y conspiración para cometer actos terroristas.
La masacre de 1989 ocurrió dentro de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), en medio de enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y organizaciones guerrilleras. Los homicidios fueron cometidos por un grupo del Ejército.
Los nombres de las víctimas eran: Ignacio Ellacuría, Segundo Montes, Ignacio Martín-Baró, Armando López y Juan Ramón Moreno (todos ellos jesuitas españoles), junto al sacerdote Joaquín López y sus colaboradoras, Elba y su hija Celina Ramos, de nacionalidad salvadoreña.
La investigación en el caso 'Jesuitas' determinó que el expresidente y el padre Ignacio Ellacuría, rector de la UCA en ese entonces, sostuvieron varias llamadas telefónicas antes de la masacre.
De acuerdo con la institución del Poder Judicial, Cristiani "estuvo presente en la reunión donde se coordinó el crimen y autorizó su ejecución".