Álvaro Delgado o Yamandú Orsi: Uruguay define en balotaje a su próximo presidente

En la primera vuelta participaron 2,4 millones de ciudadanos con la intención de definir al próximo mandatario que gobernará entre 2025 y 2030.

Uruguay está listo para definir este domingo a su próximo presidente de la República, jefatura de Estado que disputan el oficialista Álvaro Delgado, del Partido Nacional (PN), y el progresista Yamandú Orsi, del Frente Amplio (FA).

Esta jornada de segunda vuelta de las elecciones presidenciales, se inicia bajo un clima de incertidumbre política. Durante la primera vuelta celebrada el pasado 27 de octubre, Orsi obtuvo 43,94 % de los votos, mientras que su contrincante, Delgado, alcanzó el 26,77 %.

Para el balotaje, el oficialista cuenta con el respaldo del resto de los partidos que forman parte de la misma coalición que en 2019 llevó al actual presidente, Luis Lacalle Pou a la victoria.

Los dardos para la continuidad de la derecha en Uruguay apuntan a la misma estrategia de Lacalle Pou cuando ganó. En aquella oportunidad, el actual jefe de Estado quedó segundo en la primera vuelta con el apoyo del 29 % de las papeletas, mientras que en el balotaje, tras el lanzamiento de la entonces llamada coalición multicolor, pudo triunfar.

Ahora conocida como 'Coalición Republicana', el apoyo multipartidista a Lacalle Pou en 2019, logró unificar fuerzas de los partidos Nacional, Colorado, Cabildo Abierto, Independiente y el Constitucional Ambientalista.

Estos mismos partidos, según la prensa local, son los que ahora respaldan la candidatura de Delgado.

Resultados de la primera vuelta

En la primera vuelta, donde hubo 10 candidatos presidenciales, participaron 2,4 millones de ciudadanos de los 2,7 millones habilitados, según los datos difundidos por la Corte Electoral, que en la segunda vuelta definirá al próximo mandatario que gobernará entre 2025 y 2030.

En esa primer votación se celebraron también las elecciones legislativas, donde la ciudadanía eligió a 30 senadores y 99 diputados, además de participar en dos controvertidos plebiscitos sobre seguridad y pensiones.

La contienda, en la que los votantes están obligados a ir a las urnas para no ser multados, estuvo marcada por la paridad. Aunque el FA ganó en el Senado, con 16 curules frente a nueve de la coalición oficialista, en la Cámara de Diputados el FA quedó por debajo por un escaño (49 a 48), una representación que podría reflejarse en el resultado presidencial de este balotaje.

Como parte del operativo de seguridad, habrá un total de 5.910 efectivos de la Policía este domingo, que se encargarán de la custodia de las 2.195 urnas, la seguridad en la vía pública y el control de comercios que incumplan la veda de venta de bebidas alcohólicas.

Retorno a políticas progresistas

Yamandú tiene 57 años y nació en Canelones. Su padre fue trabajador rural y su madre costurera. Según el FA, la familia fue propietaria de un almacén en el que Yamandú trabajó desde muy joven. Después, estudió Historia y dio clases en liceos de distintas ciudades y pueblos por más de cinco años.

El candidato del FA, delfín del expresidente José Mujica (2010-2015) e intendente de Canelones durante una década, centró su campaña en la justicia social, la educación y la inclusión, temas que resuenan en un electorado que busca el retorno a las políticas progresistas que caracterizaron los Gobiernos del FA entre 2005 y 2020.

Yamandú ha logrado conectar con amplios sectores de la población, especialmente entre los jóvenes. Su compañera de fórmula es la popular exintendenta de Montevideo Carolina Cosse.

Continuidad de las políticas económicas

En contraposición, Delgado tiene 55 años y es montevideano. Su padre, que trabajó como contador, es descendiente de españoles y su madre de italianos. El candidato del PAN fue secretario de la Presidencia y es una figura clave de la Administración de Lacalle Pou. El actual mandatario, que cuenta con una aprobación del 47 %, no puede buscar la reelección inmediata, como marca la Constitución.

Delgado representa la continuidad de las políticas económicas liberales y de la agenda de seguridad del actual presidente, en medio del aumento de la violencia en uno de los países más seguros de Latinoamérica.  

El candidato propone, entre otras cosas, un país más competitivo y barato y más abierto al mundo. Delgado tiene como compañera de fórmula y candidata a la vicepresidencia a Valeria Ripoll, una exmilitante del Partido Comunista y exdirigente sindical.

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