La Embajada de Japón en Madrid alertó a sus residentes y visitantes en España un día antes de la terrible DANA que el 29 de octubre devastó más de 70 municipios de Valencia y terminó con la vida de más de 200 personas.
La delegación diplomática envió un correo electrónico masivo a sus connacionales para informar sobre la situación climatológica y alertar sobre los riesgos el 28 de octubre, utilizando la información difundida por Protección Civil, dependiente del Ministerio de Interior de España, basada en las predicciones de la Agencia Española de Meteorología (Aemet).
Recomendaciones: atención a las predicciones y valorar los desplazamientos
Japón informó a sus ciudadanos las previsiones que se manejaban para los días siguientes, advirtiendo claramente que "el peor tiempo será el martes 29 de octubre", cuando se esperaban "fuertes lluvias y tormentas previstas en zonas alrededor del estrecho de Gibraltar, Andalucía oriental, Murcia, Castilla-La Mancha oriental y Valencia".
Además de indicar que "este tipo de cambios climáticos son difíciles de predecir", añadía consejos sobre cómo "recopilar la información meteorológica más reciente"; garantizar la "preparación para emergencias" y garantizar la seguridad. Entre otras recomendaciones, señaló que si era necesario trasladarse o salir, era importante verificar "atentamente el clima y las condiciones de tráfico" y considerar "cuidadosamente" la necesidad de hacerlo.
Tras las lluvias torrenciales, los desbordamientos y las inundaciones del 29 de octubre, el día siguiente la Embajada envió un segundo correo electrónico recordando las zonas en las que continuaba la alerta y agregando más recomendaciones.
La Comunidad Valenciana minimizó la alerta que Japón sí valoró
Japón tiene una amplia experiencia relacionada con los avisos de prevención de eventos meteorológicos adversos, como lluvias torrenciales, tifones o terremotos. En esta ocasión utilizó algunas de las mismas fuentes que estaban a disposición de la Generalitat Valenciana.
Sin embargo, las autoridades de la región, que incluso disponían de mucha más información, minimizaron los riesgos, como demuestra que la alerta masiva a los teléfonos de los ciudadanos de las zonas más afectadas no llegara hasta las 20:11, cuando el agua ya lo había anegado todo y se habían producido la mayoría de las muertes. De hecho, la jornada de la tragedia, el presidente valenciano, Carlos Mazón, estuvo desaparecido durante cinco horas, gran parte de ellas en una comida con una periodista que no suspendió.
En días posteriores, Mazón ha llegado a criticar a prácticamente todas las instituciones que tuvieron alguna relación con la gestión de la crisis, incluida a la propia Aemet, sosteniendo que sus predicciones fallaron y que hicieron lo correcto con la información que en aquel momento manejaban.