El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, entregó este martes la presidencia rotatoria del G20 a su par de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa.
"Sudáfrica podrá contar con Brasil para ejercer una presidencia más allá de lo que nosotros podemos ejecutar. Recuerdo aquella frase del líder africano Nelson Mandela que decía: 'Es muy fácil demoler y destruir, poderosos son los que construyen'", expresó Lula al respecto.
El traspaso se llevó a cabo durante la cuarta y última sesión de la cumbre de jefes de Estado y de gobierno del G20, que se realiza en Río de Janeiro.
Durante su intervención, Lula recordó el trabajo realizado por Brasil durante el año que estuvo al frente del grupo, con contribuciones para el saneamiento, el agua, la producción científica y la salud. "Arañamos los desafíos que el mundo necesita enfrentar", enfatizó.
La presidencia brasileña del G20 arrancó el año pasado, cuando fue traspasada por India. Su liderazgo estuvo marcado por debates en tres ejes centrales, recoge G1. El primero de ellos es la lucha contra el hambre y la pobreza; el segundo, la reforma de la gobernanza global, para una mayor representación de los países emergentes en los organismos internacionales; y tercero, la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático.
La presidencia de Brasil culminó con la celebración de esta cumbre, en la que los líderes mundiales que asistieron suscribieron una declaración con 85 puntos justamente centrada en la situación política y económica internacional; la defensa de políticas contra el hambre y la pobreza; el desarrollo sostenible; la transición energética y la acción climática; la reforma de las instituciones de gobernanza global y la eficacia e inclusión dentro del organismo.