Un sacerdote católico que consintió la grabación de un videoclip de la cantante Sabrina Carpenter con escenas provocativas dentro de su iglesia en Nueva York fue destituido de sus funciones sacerdotales esta semana.
El lanzamiento del video de la canción 'Feather' de la estrella pop dio origen a una investigación en la Iglesia en octubre de 2023. En base a los hallazgos, la Diócesis Católica Romana de Brooklyn comunicó que Jamie Gigantiello ha sido acusado de mala gestión y relevado de cualquier función de supervisión pastoral o gobierno en la parroquia.
Según detalla National Catholic Reporter, las autoridades de la diócesis también detectaron que Gigantiello realizó entre 2019 y 2021 transferencias no autorizadas de fondos de la Iglesia por casi 2 millones de dólares al exjefe de gabinete del alcalde de Nueva York e incluso utilizó la tarjeta de crédito parroquial para gastos personales, violando así las políticas y protocolos de la Iglesia.
El obispo de Brooklyn, Robert Brennan, dijo estar entristecido por los resultados de la investigación y que ahora, "para salvaguardar la confianza pública y proteger los fondos de la iglesia", designa a su obispo auxiliar, Witold Mroziewski, como administrador de la parroquia, recoge la prensa.
Jamie Gigantiello calificó su destitución como una "cacería de brujas" y dijo que la situación "está causando un escándalo en la Iglesia". En una entrevista, el cura afirma haber recibido la aprobación del Consejo de Finanzas para invertir el dinero en negocios, pero ahora lo "están desacreditando", por lo que ha decidido hablar con la "verdad".
El polémico video
El video musical de 'Feather', lanzado en Halloween del año pasado, cuenta la venganza de Carpenter dirigida a varios hombres que se comportaron mal y en consecuencia, sufren muertes espantosas.
La cantante se acerca en un auto fúnebre rosa a la iglesia Nuestra Señora del Monte Carmelo, característica por su fachada de ladrillo rojo, y baila con movimientos provocativos frente al altar con velo y un corto vestido negro y rodeada de varios ataúdes.
Tras el video, Jamie Gigantiello envió en noviembre de 2023 una carta a los feligreses diciendo que autorizar la filmación fue un "error de juicio". Y a pesar de que sostuvo que él no supervisó el proceso de rodaje, por lo que no pensó que sería algo provocativo, la Iglesia emprendió una minuciosa investigación, informó CBS News.