Brasil fue el último país de la región en prohibir la esclavitud en 1888, pero en el actualidad más de la mitad de los brasileños piensan que la mayor parte de la nación es racista y que en los últimos años esta creencia ha ido en aumento, según una encuesta de la firma Datafolha, que recoge la prensa local.
El estudio se publicó con motivo del Día de la Conciencia Negra, que conmemora la muerte de Zumbi dos Palmares, líder del mayor quilombo de Brasil en el período colonial y asesinado en 1695. El 21 de diciembre de 2023, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, sancionó un proyecto de ley que convirtió la fecha en una jornada festiva en todo Brasil.
La encuesta cuestionó hasta qué punto una parte de la población discrimina a las personas negras y un 59 % consideró que la mayoría es racista. Asimismo, 45 % opinó que la percepción de que la discriminación racial aumentó en los últimos años, mientras que un 35 % afirmó que se mantuvo igual.
"Superar esta realidad"
Según explicó Flávio Gomes, profesor del Instituto de Historia de la Universidad Federal de Río de Janeiro, la percepción de que el racismo ha aumentado se debe a la mejora de los mecanismos de denuncia. "Sin embargo, aún existe una dificultad para abordar cómo los debates sobre medioambiente, ecología, tierra, empleo y salud pasen por la lucha contra y la eliminación del racismo", afirmó.
Por su parte, la investigadora Flavia Rios destacó que "no se trata de hacer que la población reconozca que el racismo existe", sino de pensar todos juntos "cuáles son los caminos, cuáles son las posibilidades de superar esta realidad racista".
El último censo de 2022 del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), publicado el año pasado, mostró datos muy relevantes: las personas que se declararon mestizas sumaron 92,1 millones, un 45,3 % de la población, y se convirtieron por primera vez en el mayor grupo étnico-racial, superando a los blancos.
Además, 88,2 millones de personas se definieron como blancas (43,5 %); 20,6 millones negras (10,2 %); 1,7 millones (0,8 %) indígenas y 850.100 amarillas (0,4 %).
A pesar de representar más de la mitad de la población, la comunidad negra es la que sufre más desigualdades. Las mujeres que trabajan en el servicio público, por ejemplo, son las profesionales peor remuneradas.
En 2022, cada cuatro horas murió un persona negra en intervenciones policiales en ocho de los 27 estados. En Brasil, el racismo es un delito imprescriptible y sujeto a pena de prisión.