La vicepresidenta tercera del Gobierno de España y ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha visto finalmente la luz verde a su nombramiento como número dos del Ejecutivo comunitario.
Ribera ahora asumirá el cargo de vicepresidenta de la Comisión Europea y comisaria de Transición Justa, Limpia y Competitiva, al que se suma la importante cartera europea de Competencia.
El desbloqueo en la formación del Gobierno de la Unión Europea se produjo durante la noche del miércoles, cuando se levantaron los vetos cruzados. Así, el Partido Popular Europeo (PPE), presidido por Manfred Weber, el grupo más importante de la Eurocámara tras las elecciones del pasado junio, al final cedió y respaldó a la candidata propuesta por el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez.
Por su parte, los socialistas europeos, del grupo Socialistas y Demócratas (S&D), aceptaron al candidato de la presidenta italiana Georgia Meloni, Raffaele Fitto, que será vicepresidente de Cohesión y Reformas; así como la propuesta del mandatario húngaro Viktor Orbán, Olivér Várhelyi, como comisario de salud y bienestar animal.
El acuerdo, que tiene que ser refrendado dentro de siete días por el Parlamento Europeo, llega después de una semana de incertidumbre auspiciada por el Partido Popular (PP) de España, que lleva semanas poniendo el foco en Ribera para desviar la atención de la polémica gestión de la crisis de las inundaciones en la Comunidad Valenciana, en manos de un presidente de su formación, Carlos Mazón.
Lo ocurrido con este caso puede ser un adelanto de lo que pasará en la legislatura que está por comenzar en Europa, donde hay muchas posibilidades de que las peleas domésticas nacionales se cuelen en terreno del bloque comunitario.
El acuerdo alcanzado para desatascar el laberinto en el que se había metido la formación del próximo Gobierno comunitario, que debe entrar en funciones el 1 de diciembre, se puede leer como una desautorización de Weber al presidente del PP español, Alberto Núñez Feijóo.
Núñez Feijóo ha empleado sus mayores esfuerzos para evitar el nombramiento de Ribera y forzar a Sánchez a que mandara a Europa otro candidato. Así se vio el miércoles de esta misma semana en la comparecencia de la ministra en el Congreso para dar explicaciones sobre la gestión de la DANA, cuando fue duramente atacada por los diputados populares.
Así, el PP ha logrado una semana de tiempo, lo que ha durado el bloqueo en Europa, para capitalizar las arremetidas contra Ribera en el momento en el que Mazón está recibiendo las mayores críticas tanto por su desaparición el día de las inundaciones en Valencia, como por su comportamiento en los días posteriores. Sin embargo, no logró impedir el nombramiento.