La decisión de la Administración del presidente estadounidense Joe Biden de enviar a Ucrania minas terrestres antipersona prohibidas internacionalmente pone en riesgo vidas civiles y va en contra del tratado de desarme humanitario más exitoso de los últimos 25 años, denunció la organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW).
El secretario de Defensa de EE.UU., Lloyd Austin, confirmó este miércoles en declaraciones a la prensa que Washington proporcionará este tipo de armamento a Kiev.
Al respecto, la subdirectora de crisis, conflictos y armas de HRW, Mary Wareham, dijo que la decisión de Biden de "enviar minas terrestres antipersona pone en riesgo vidas civiles y hace retroceder los esfuerzos internacionales para erradicar estas armas indiscriminadas". "EE.UU. debe revertir esta decisión reprobable, que solo aumenta el riesgo de sufrimiento de civiles a corto y largo plazo", añadió.
Según la organización, las minas antipersonales están diseñadas para explotar en respuesta a la presencia, proximidad o contacto de una persona. Normalmente se colocan a mano, pero también pueden ser dispersadas desde aviones o vehículos especializados. Además, estas minas no pueden distinguir entre militares y civiles, mientras que las zonas minadas pueden provocar el desplazamiento de la población civil, obstaculizar la entrega de ayuda humanitaria e impedir las actividades agrícolas.
Human Rights Watch indicó que los civiles constituyeron el 84 % de todas las víctimas de minas terrestres registradas en 2023, de ellas, el 37 % eran niños.
La Convención sobre la prohibición de minas antipersonales, que entró en vigor en marzo de 1999, prohíbe totalmente estos artefactos explosivos y exige la destrucción de sus reservas, la liquidación de las zonas minadas y la asistencia a las víctimas. Un total de 164 países se han adherido al tratado, incluidos todos los Estados miembros de la OTAN —excepto EE.UU.—, todos los países de la Unión Europea, Australia, Japón y Ucrania. Por su parte, Rusia no se ha unido a la convención.
El 21 de junio de 2022, Joe Biden anunció una política por la que EE.UU. se comprometía a no utilizar minas antipersona en ningún lugar del mundo, excepto en la península de Corea.