Acusan formalmente a Bolsonaro por intento de golpe de Estado contra Lula

La Procuraduría General de la República aún debe decidir si elevará la denuncia ante la Corte Constitucional.

La Policía Federal (PF) de Brasil presentó este jueves su acusación formal en contra del exmandatario Jair Bolsonaro, por su presunta responsabilidad en una tentativa de golpe de Estado en contra del presidente, Luiz Inácio Lula da Silva.

Además del exmandatario, la Justicia imputó a los generales Walter Braga Netto, excompañero de fórmula de Bolsonaro y exministro de Casa Civil y de Defensa; así como Augusto Heleno, exministro del Gabinete de seguridad institucional, precisa G1. 

También fueron acusados el delegado Alexandre Ramagem, expresidente de la Agencia Brasileña de Inteligencia, y Valdemar da Costa Neto, presidente del Partido Liberal, la formación política del exgobernante derechista. 

Empero, para que curse una causa formal en su contra, la Procuraduría General de la República tendrá la potestad de denunciarlos –o no– ante la Corte Suprema. Si esa instancia admite la denuncia, se convertirán formalmente en imputados y se les abrirá un juicio. 

En caso de que esto último se concrete, tendrán que responder por su presunta responsabilidad en los delitos de golpe de Estado, intento de abolición violenta del Estado democrático de derecho y organización criminal.  

La reacción de Bolsonaro y Braga Netto

Bolsonaro, reaccionó a la acusación, señalando al ministro Alexandre de Moraes de hacer "todo lo que la ley no dice" para montar una causa en su contra. 

"El ministro Alexandre de Moraes lleva a cabo toda la investigación, ajusta declaraciones, detiene sin denuncias, realiza pesca de pruebas y tiene asesores muy creativos. Hace todo lo que la ley no dice", afirmó el exmandatario en declaraciones ofrecidas a una columna del medio Metrópoles. 

En relación con el futuro del proceso, refirió que esperará por su abogado, en interés de descubrir "qué hay en esta acusación de la PF" y aseveró que es en la Procuraduría General de la República "donde comienza la lucha". 

"Hay que ver qué hay en esta acusación de PF. Esperaré al abogado. Esto, obviamente, va a la Procuraduría General de la República (PGR). Es en la PGR donde comienza la lucha. No puedo esperar nada de un equipo que usa la creatividad para denunciarme", sostuvo. 

De su parte, la defensa de Braga Netto rechazó "enérgicamente" y denunció "la difusión indebida de información relativa a las investigaciones" que, en su decir, se le habría concedido "'exclusivamente' a determinados medios de comunicación, en detrimento del debido acceso a las mismas por parte de los directamente involucrados e interesados". 

"En ese sentido, la defensa aguardará la recepción oficial de la información pertinente para adoptar una posición formal y fundamentada", agregaron. 

Los fundamentos de la acusación

Según la nota de la PF difundida esta jornada, "las investigaciones demostraron que los investigados estaban estructurados mediante división de tareas, lo que permitió individualizar conductas y comprobar la existencia" de seis grupos para impedir la asunción de Lula. 

Estos serían: un centro de "desinformación y ataques al sistema electoral", una "unidad encargada de incitar al personal militar a participar en golpes de Estado", un "centro jurídico", un "centro de apoyo a las acciones golpistas", un "centro de inteligencia paralelo" y un "centro operativo para el cumplimiento de medidas coercitivas".  

Plan magnicida

Esta semana, la Policía desmanteló una organización criminal compuesta por militares de élite y un policía conocida con el nombre de los 'Kid Preto'. Se les señala de pretender asesinar al presidente Lula antes de que se posesionara del cargo.

De acuerdo con las pesquisas, el grupo siguió regularmente durante varias semanas a Da Silva y a su vicepresidente, Geraldo Alckmin, y habrían optado por aprovechar alguna de sus visitas hospitalarias para producirle un fallo orgánico tras la administración de una sustancia tóxica.

Como líder de esta operación se señala al general Mário Fernandes, entonces número dos de la secretaría general de la Presidencia de la República, quien escribió en una computadora del palacio presidencial los detalles del plan magnicida.