Para afrontar el desgaste emocional y comprenderse mejor a sí mismos, varios jóvenes rusos se van de las ciudades a pasar el tiempo en monasterios ortodoxos. La tendencia, llamada 'monastyring', ha generado ya numerosos comentarios, en su mayoría positivos, recogen medios locales.
Se trata de una residencia temporal en un monasterio, dentro de la cual los jóvenes realizan diversas tareas: trabajos en el jardín, limpieza, ayuda en el refectorio y asistencia en misas. A cambio, reciben estadía y comida.
El interés por el tema surgió después de que Anastasia Ascheúlova, de 27 años, publicara en redes sociales un video de su estancia en un monasterio, despertando el interés del público. La joven y su hermana vivieron durante cinco días en el convento de San Juan Bautista de la ciudad de Sviyazhsk.
Reacciones de la opinión pública
Tras ello, internautas comenzaron a discutir su deseo de vivir en un monasterio ortodoxo y compartir sus experiencias personales. Algunos jóvenes creen que una estancia temporal en el lugar puede sustituir la psicoterapia, ayudándoles a escapar del ajetreo y el bullicio de sus ciudades y a comprenderse a sí mismos.
"Esto es definitivamente mejor que el 'quadrobing'", "El trabajo nunca ha convertido a un hombre en un mono", "Una excelente manera de distraerse, también estoy pensando en esto", rezan varios comentarios citados por medios rusos.
Sin embargo, quienes apoyan esta práctica aseguran que no se trata de una simple moda, una manera de relajarse o cambiar de ambiente. "Si se ha puesto de moda simplemente venir y estar en la tendencia del 'monastyring', entonces no es el caso. Las abadesas de los monasterios y las propias monjas definitivamente no estarían a gusto con esto", comentó a Forbes Anastasía Biánkina, de 25 años, que en primavera de 2024 fue al monasterio para trabajar y, como Ascheúlova, compartió su experiencia en internet.
"Con frecuencia se habla de que es un sustituto de los costosos psicólogos. No se trata de eso. Un psicólogo cumple su función, pero esto es diferente", sostuvo Biánkina.
Reglas en los monasterios
Mientras permanecen en el monasterio, a los novicios se les prohíbe el uso de la violencia física, el uso de estupefacientes o psicotrópicos, fumar, consumir alcohol, usar lenguaje obsceno o poseer armas. También se les pueden prohibir sacar fotos o grabar videos.
La duración de la estancia, por regla general, la determina el propio trabajador: puede venir por un día, dos semanas o un mes.
Los monasterios que aceptan a los 'trúdnik' solicitan a los candidatos que llamen con anticipación y se sometan a una entrevista telefónica preliminar. De hecho, recomiendan no referirse a la práctica como 'monastyring', si las intenciones de llevar a cabo este tipo de tareas son serias.
¿Para qué sirve?
Según una encuesta del Centro Ruso de Investigación de la Opinión Pública, las personas entre 18 y 34 años tienden a calificarse como 'no creyentes', a diferencia de las generaciones mayores. ¿Por qué despierta su interés permanecer en lugares religiosos?
Varios psicólogos rusos afirman que el desarrollo personal y las nuevas experiencias son especialmente importantes para los 'zoomers', es decir la llamada 'Generación Z'.
"Van a los monasterios porque allí pueden obtener respuestas a cuestiones de desarrollo personal. Además, la información no se presentará allí de forma distorsionada, sino de forma bastante estructurada. ¿Qué tengo que hacer? ¿Qué no hacer? En los monasterios pueden proporcionar respuestas claras a estas preguntas", explicó Vladislav Sótnikov, psicólogo y profesor de la Universidad Médica de Investigación Nacional Rusa Pirogov.
¿Invención de los 'zoomers' o tradición?
Sin embargo, no se debe pensar que la tendencia de los monasterios es una invención de los 'zoomers'. Es una práctica ortodoxa antigua y se llama 'trudnik', es decir, novicio, o voluntario del monasterio.
Por ejemplo, antes de la revolución, los campesinos del norte de Rusia tenían la tradición de entregar a uno de sus hijos para trabajar como jornalero en el monasterio Solovetski durante un año. El joven podría hacerse monje o regresar a casa después de este período.
Hoy, los novicios también ayudan en monasterios e iglesias de forma voluntaria. Pueden vivir en el territorio del monasterio o pasar el día allí y dormir en su casa.
Pero no todos los expertos comparten la opinión de que no se trata de otra forma de llamar al trabajo de los novicios.
El psicoterapeuta familiar y exclérigo Serguéi Popkóvich señaló que todavía puede haber una diferencia entre el trabajo de los novicios y el 'monastyring'. Normalmente, las personas que vienen a trabajar ya tienen una idea de la vida espiritual, mientras que para los jóvenes 'zoomers', el tiempo que pasan en un monasterio puede ser simplemente una nueva experiencia, señaló.