La filial francesa de la cadena de supermercados Carrefour anunció el miércoles que dejará de vender carne originaria de los países del Mercado Común del Sur (Mercosur), en medio de las protestas de los agricultores de esa nación europea, que se oponen a un posible acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y dicho bloque.
"En toda Francia se escucha la confusión y el enfado de los ganaderos ante el proyecto de acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Mercosur y el riesgo de que aparezcan en el mercado francés productos cárnicos que no cumplan sus requisitos y normas", escribió en sus redes sociales el presidente de la compañía, Alexandre Bompard.
"En solidaridad con el mundo agrícola, Carrefour se compromete a no vender carne procedente de Mercosur", agregó. Bompard también hizo un llamado especial al sector de los restaurantes en Francia, que representa más del 30 % del consumo de carne en el país, instando a respetar el compromiso.
El Ministerio de Agricultura y Ganadería de Brasil (Mapa) reaccionó a la noticia con un comunicado, en el que afirma que la calidad de la agroindustria del país "se adhiere a la legislación nacional rigurosa y las mejores prácticas internacionales, en consonancia con las normas mundiales". En este sentido, rechazó "firmemente" las declaraciones de Bompard sobre la carne producida en los países del Mercosur.
"Mapa expresa su decepción ante tales declaraciones, que parecen obedecer a motivos proteccionistas, engañando a los consumidores sin ningún fundamento técnico que justifique las afirmaciones", denunció.
La negociación del acuerdo entre la UE y el Mercosur ha sido un proceso prolongado que ha durado más de 20 años. De hecho, el pacto fue firmado en 2019, pero su ratificación quedó estancada con el argumento de que los países sudamericanos no cumplen las exigencias ambientales de la UE.
El acuerdo volvió a debatirse en la reciente cumbre del G20, desatando una oleada de críticas que culminó en protestas y huelgas de agricultores de toda Francia. Los manifestantes afirman que los graneleros planean descargar mercancía en puertos europeos, a pesar de que, productos como el maíz, contienen "70 moléculas prohibidas en Francia, aunque autorizadas en Brasil", o carne tratada con hormonas y estimulantes del crecimiento.