El presidente ecuatoriano Daniel Noboa ha completado su primer año de mandato con un promedio estadístico de 18 asesinados diarios, a pesar de sus políticas de mano dura con la delincuencia y decretos de estado de excepción para hacer frente al "conflicto armado interno".
Entre diciembre de 2023 y octubre de 2024, se registraron un total de 6.306 muertes violentas en el país, según datos de los informes de Homicidios Intencionales del Ministerio del Interior ecuatoriano. Tan solo la primera semana de enero culminó con 203 asesinatos, que llegaron a sumar 330 para el día 15, mientras que el pasado mes de octubre resultó ser el más violento en lo que va de año, con un récord de 679 asesinatos.
Sin embargo el Gobierno de Noboa destaca una reducción de homicidios intencionales a nivel nacional. La ministra del Interior, Mónica Palencia, afirmó este lunes que esa reducción constituyó un 18 % en comparación con el período que va del 1 de enero al 17 de noviembre de 2023.
"Estamos viviendo un conflicto armado no internacional en el que se han hecho evidentes, no solo amenazas de ataques violentos, sino también incendios provocados en el territorio nacional, especialmente en el austro, por lo que, la lucha contra el crimen y el terrorismo es permanente", aseveró Palencia.
La inseguridad y la violencia ha sido uno de los ejes críticos que ha tenido que afrontar el presidente ecuatoriano desde que permitió la presencia de militares en las calles para contrarrestar "organizaciones terroristas y actores no estatales beligerantes". En mayo, Human Rights Watch envió una carta a Noboa para comunicarle su preocupación por el aumento de las violaciones de los derechos humanos y los abusos de poder tras la declaratoria de conflicto armado interno.