La Fiscalía francesa ha pedido este lunes 20 años de cárcel, la pena máxima, para Dominique Pelicot, principal acusado del caso Mazan, por un delito de violación con agravantes, informa Le Devoir. El hombre, de 71 años, drogó sistemáticamente a su entonces esposa, Gisèle Pelicot, para que él y decenas de hombres la violaran. Pelicot tomó miles de fotografías y videos de dichos encuentros y los guardó en una carpeta titulada 'abusos'. Ahora estos materiales han servido como pruebas clave contra él y otros 51 hombres implicados, que habrían abusado sexualmente de la mujer cuando estaba inconsciente.
Varios de sus cómplices niegan su culpabilidad, alegando que pensaban que se trataba de una acción libertina. Pelicot, por el contrario, nunca ha ocultado su responsabilidad y admitió ser un "violador" durante el juicio. "Pido a mi esposa, a mis hijos, a mis nietos que acepten mis disculpas. Lamento lo que hice. Les pido perdón, incluso si no es perdonable", dijo en septiembre.
Después de 11 semanas de audiencias en el tribunal de Aviñón, este proceso judicial de resonancia internacional está entrando en su recta final. El veredicto se espera para el próximo 20 de diciembre.
La Fiscalía señaló que se han tenido en cuenta tres circunstancias agravantes para solicitar la pena: las violaciones fueron grupales, se cometieron por parte del cónyuge y, además, bajo sumisión química. La acusación pública mencionó, entre otras cosas, la difusión de imágenes sexuales de su hija y de sus dos nueras.
Una pena que es "mucho y muy poco"
La pena máxima posible "es mucho y muy poco. Demasiado poco, dada la gravedad de los actos cometidos y repetidos", opinó la fiscal adjunta Laure Chabaud. Béatrice Zavarro, abogada del acusado, subrayó que la solicitud de la pena máxima "no es ninguna sorpresa".
Gisèle Pelicot pidió que el juicio se celebrara en público, esperando que ayudara a otras mujeres a hablar y demostrar que las víctimas no tienen nada de qué avergonzarse.
El fiscal general Jean-François Mayet afirmó que el objetivo principal del proceso judicial era "cambiar fundamentalmente las relaciones entre hombres y mujeres".