Al menos siete personas fueron asesinadas y otras dos se encuentran desaparecidas después de la noche del domingo, cuando se desataron ataques armados contra viviendas y negocios en la ciudad mexicana de Culiacán, en el estado de Sinaloa (noroeste).
Pese a la magnitud de los hechos, probablemente no queden evidencias. Según medios locales, unas 80 cámaras de videovigilancia, de las 300 que hay en la ciudad, fueron destruidas en la zona, mientras las autoridades locales continúan en la evaluación de los daños.
"Se recibieron 31 reportes al 911 por disparos de arma de fuego en diferentes colonias de la ciudad. Estos disparos fueron en contra de las cámaras de videovigilancia que están establecidas en Culiacán", precisó el gobierno de Sinaloa, citado por medios locales.
Además de los asesinatos y la destrucción de las cámaras, también se reportó el ataque incendiario a una casa, que quedó completamente destruida en el sector Montebello, en el sur de Culiacán. En redes sociales compartieron varias fotografías de la propiedad.
De acuerdo a informaciones preliminares, los primeros muertos se registraron cerca de las 8:00 de la noche, luego de un ataque armado en el que tres hombres a bordo de una camioneta fueron asesinados.
Una hora más tarde, un hombre en motocicleta fue abaleado en una carretera mientras aparentemente trasladaba un pedido de comida a domicilio. La quinta víctima mortal, que se dirigía a su casa, fue tiroteada por un hombre que viajaba en auto.
Una sexta víctima llegó a pedir auxilio en una farmacia, pero murió en el negocio. Esta madrugada, las autoridades encontraron a un hombre muerto en la colonia Adolfo López Mateos.
¿Qué pasa en Culiacán?
Ante el rebrote de violencia, en una ciudad que lleva semanas sitiada por grupos criminales, algunas casas de estudios superiores han decidido suspender las clases, aunque el transporte público continúa en funcionamiento.
Sin embargo, videos compartidos en redes sociales muestran el escaso tráfico que hay en zonas concurridas de una ciudad que está siendo víctima de la 'guerra' entre dos facciones del narco: la que responde a Ismael 'El Mayo' Zambada y la que está a las órdenes de 'Los Chapitos', los hijos de Joaquín 'El Chapo' Guzmán.
'El Mayo' fue detenido a fines de julio en un aeropuerto de Texas junto con Joaquín Guzmán López, uno de 'Los Chapitos', en un operativo del que EE.UU. excluyó por completo a las autoridades mexicanas, que desde entonces han reclamado que el Gobierno de Joe Biden revele toda la información del caso.
El Gobierno mexicano ya denunció que Guzmán López secuestró a 'El Mayo' para entregarlo a las autoridades de EE.UU., a cambio de que ese país les otorgue beneficios legales tanto a él como a su hermano Ovidio, quienes se acogerían a la figura de testigos protegidos. Y que ese pacto y la irregular detención del jefe narco fue lo que provocó el estallido de violencia en Sinaloa.
Cuando la presidenta Claudia Sheinbaum asumió el Gobierno, el pasado 1 de octubre, Culiacán ya estaba sitiada por la disputa entre 'Los Mayos' y 'Los Chapitos'. Balaceras cotidianas, escuelas y negocios cerrados, transporte público escaso, calles solitarias, fiestas suspendidas y acotada actividad comercial la convirtieron en una especie de ciudad fantasma.