Cancillería rusa comenta la expulsión de un diplomático británico

El Ministerio de Exteriores de Rusia explicó al embajador británico, Nigel Casey, que Moscú no tolerará las actividades de oficiales de inteligencia británicos en el territorio ruso.

La Cancillería rusa ha comentado su convocatoria del embajador británico, Nigel Casey, que efectuó este martes, diciendo que al jefe de la misión diplomática del Reino Unido en Rusia "se le presentó una enérgica protesta por la información que había salido a la luz de que" el segundo secretario de la Embajada británica, Edward Wilkes, "había proporcionado información deliberadamente falsa sobre sí mismo" cuando solicitó el permiso para ingresar a Rusia. 

Desde el Ministerio especificaron que, al haberlo hecho, Edward Wilkes violó una ley federal que prescribe el procedimiento legítimo para entrar y salir de Rusia.

"Al mismo tiempo, las autoridades rusas competentes recibieron información que confirma que dicho funcionario pertenece a los servicios de inteligencia del Reino Unido, y fueron detectados indicios de que realizaba trabajos de reconocimiento y subversivos en el territorio de nuestro país", agregaron desde la Cancillería rusa.

Teniendo en cuenta esta situación, Moscú endurecerá los requisitos para rellenar los cuestionarios por parte de los empleados de la Embajada británica y ha recomendado "encarecidamente" a los ciudadanos del Reino Unido proporcionar "únicamente información fiable sobre su pasado al presentar solicitudes de visado".

Asimismo, la Cancillería rusa "volvió a enfatizar al embajador británico que Moscú no tolerará las actividades de agentes de inteligencia británicos no declarados en el territorio ruso". Se resaltó que "la línea sin concesiones en esta cuestión se formulará de conformidad con los intereses de la seguridad nacional de Rusia" y "si Londres realizara una escalada de la situación, la parte rusa dará inmediatamente una respuesta recíproca".

Medidas restrictivas de respuesta

La misma jornada, el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso comunicó que cerró la entrada al país a 30 ciudadanos británicos. Dicha medida se adopta en repuesta a "una retórica agresiva antirrusa incesante de las autoridades del Reino Unido, las restricciones unilaterales ilegítimas introducidas sistemáticamente por Londres" contra Rusia, así como su "irreflexiva política" de apoyo al "régimen neonazi de Kiev".

Desde el organismo denunciaron también que esta política de Londres, que lo único que persigue son "intereses geopolíticos con ánimo de lucro", conduce a una "prolongación sin sentido del conflicto ucraniano".

Entre los "representantes del 'establishment' político, el bloque militar, las estructuras paramilitares y el cuerpo periodístico del Reino Unido", incluidos en la nueva lista restrictiva de la Cancillería rusa se encuentran la ministra del Interior, Yvette Cooper; la ministra de Hacienda, Rachel Reeves; la ministra de Adquisiciones e Industria de Defensa, Maria Eagle; y el periodista del diario The Times, Tom Ball.

Expulsión por actividades subversivas

Este 26 de noviembre, Rusia decidió expulsar al diplomático británico Edward Pryor Wilkes, después de que se detectaran señales de que había realizado "actividades subversivas y de inteligencia".

De acuerdo con un comunicado del Servicio Federal de Seguridad (FSB, por sus siglas en ruso) de Rusia, "en el marco de las labores de contrainteligencia se descubrió una presencia no declarada de [agentes] de inteligencia del Reino Unido bajo la cubierta de la Embajada nacional en Moscú".

Desde el organismo indicaron que Wilkes sustituyó a uno de los seis agentes de inteligencia británicos que fueron expulsados de Rusia en agosto de este año. Al obtener el permiso de entrada al país eslavo, el individuo proporcionó deliberadamente datos falsos, violando de esta manera la legislación rusa, reza el texto oficial.