El G7 proclama la victoria de Edmundo González y Caracas responde
El Gobierno de Venezuela rechazó "categóricamente" el "absurdo pronunciamiento sobre el proceso electoral y político venezolano emitido por el G7" este martes, al considerar que constituye una "actitud injerencista y arrogante" en los asuntos internos del país suramericano, según se lee en un comunicado publicado por el canciller Yván Gil en su canal de Telegram.
En la reunión de ministros de Asuntos Exteriores del bloque, celebrada esta jornada en la localidad italiana de Fiuggi-Anagni, se aseguró que "el 28 de julio, el pueblo venezolano tomó una decisión clara en las urnas: votó por un cambio democrático y apoyó a Edmundo González Urrutia por una mayoría significativa".
El pronunciamiento se fundamenta en supuestos "registros electorales" difundidos "públicamente", aunque estos no fueron consignados en ninguna instancia competente y contravienen el resultado anunciado por las autoridades para los comicios, en los que el actual presidente, Nicolás Maduro, obtuvo el 6.408.844 votos (51,95 % de los sufragios).
Del mismo modo, el G7 anunció que continuará "apoyando los esfuerzos de los socios regionales para facilitar una transición democrática y pacífica liderada por Venezuela que garantice el respeto a la voluntad de los votantes".
Reedición del 'Gobierno paralelo'
De acuerdo con Caracas, el grupo conformado por EE.UU., Alemania, Canadá, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido "insiste en creerse árbitro de la democracia global mientras encubre sus propios fracasos políticos, económicos y morales, apoyando genocidios y estimulando la propagación de la ideología nazi y fascista en Europa y el mundo".
En la misma línea, Venezuela afirmó que "resulta particularmente irónico que estos mismos países, que hicieron el más estruendoso de los ridículos en 2019 al reconocer a un impostor como 'presidente interino', ahora pretenden dar lecciones sobre voluntad popular y procesos electorales".
A ello sumaron que estas acciones, sustentadas en "el complejo colonialista e imperialista", hacen parte de un plan para "preparar el terreno para desconocer las instituciones y las decisiones del pueblo venezolano", cuyo fin último sería reeditar el experimento de un gobierno paralelo como el que en su día encabezara el exdiputado Juan Guaidó, esta vez con González Urrutia a la cabeza.
"Advertimos a los países del G7 que esta actitud injerencista y arrogante no quedará sin respuesta. Venezuela procederá a revisar de manera integral sus relaciones con cada uno de los gobiernos que integran este grupo, porque el respeto a la soberanía nacional no es negociable", señala el texto, en el que se recalca que "Venezuela es libre, y seguirá siéndolo, por mucho que les duela a quienes no han superado sus complejos imperiales".