¿Qué impacto tendría la prohibición china de exportar minerales claves a EE.UU.?
La prohibición, por parte de China, de las exportaciones de una serie de metales y otros minerales claves para las esferas tecnológicas y militares de EE.UU., en respuesta a un nuevo paquete de restricciones dictaminadas por Washington contra la industria de los semiconductores del gigante asiático, representa un nuevo ciclo en la guerra comercial entre las dos naciones e influiría en mayor o menor medida no solo sobre ambas partes, sino en el mercado global.
Posición de China
Así, las limitaciones impuestas por Washington endurecen aún más los controles de exportación a China en materia de chips y 'software', al tiempo que añaden 136 compañías de ese país a la lista de entidades sujetas a tales medidas. Según el diario chino Global Times, esas disposiciones podrían perturbar el normal funcionamiento de la cadena global de suministros y de la industria mundial, así como resultar contraproducentes para la propia industria estadounidense de chips.
Por su parte, Gao Lingyun, experto de la Academia China de Ciencias Sociales de Pekín, recordó que su país es un mercado clave para el sector, y enfatizó que el desarrollo de la industria requiere esfuerzos conjuntos de varios actores y no de un solo país, como EE.UU. Además, el experto resaltó que a lo largo de los años las empresas chinas han logrado resistir a las sanciones de EE.UU.
De su parte, Li Yong, investigador principal de la Asociación China de Comercio Internacional, dijo al medio que aunque las restricciones de Washington están dirigidas contra las entidades de China, también las compañías de la potencia norteamericana podrían convertirse en víctimas de su propia política. "En última instancia, [las tácticas coercitivas] son autodestructivas y podrían perjudicar aún más a EE.UU", comentó. "Es como cortarse la nariz para fastidiarle la cara a otro", agregó.
Futuro incierto para EE.UU.
No es la primera vez que Pekín responde a las medidas restrictivas estadounidenses en materia de chips con el recrudecimiento de sus propios controles de exportación. De acuerdo con Financial Times, las restricciones existentes en cuanto al suministro de germanio y galio, dos metales claves para el sector de los semiconductores y el militar, provocaron ya que los precios casi se duplicaran en los países europeos.
"Anteriormente, China había llegado a la conclusión de que mantener el fuego bajo ralentizaría el ritmo de la desvinculación, pero ahora ha llegado a la conclusión de que eso simplemente invita a mayores sanciones por parte de EE.UU. y que tiene que contraatacar para imponer costos", declaró Scott Kennedy, experto en China del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés).
A su vez, Wendy Cutler, experta en comercio del Instituto de Políticas de la Sociedad de Asia, consideró que la respuesta china constituye una señal para la administración entrante de Donald Trump, en el sentido de cómo el gigante euroasiático está dispuesto a responder. Asimismo, hizo notar que aún no está claro el impacto inmediato de la respuesta china, puesto que EE.UU. había empezado ya a diversificar sus cadenas de suministro. "Pero podrían incluir otros productos en su lista de control de exportaciones, lo que tendría un impacto mucho mayor sobre nosotros", expresó Cutler.
Así, analistas de The New York Times suponen que la prohibición de suministro de minerales importantes a EE.UU. podría causar serias preocupaciones en los círculos responsables de la seguridad nacional de la potencia norteamericana.
Oliver Friesen, director ejecutivo de Guardian Metal Resources, una empresa londinense que planea explotar minas de tungsteno en Nevada, declaró que las restricciones parecen apuntar a las exportaciones chinas de wolframio, vital para fabricar balas y proyectiles perforantes. Según sus estimaciones, poner en marcha una nueva mina de wolframio en Nevada (EE.UU.) llevará cerca de tres años.
¿Por qué esos minerales son tan importantes?
Entre los materiales cuyo suministro a EE.UU. será prohibido figuran el galio y el germanio, comúnmente clasificados como 'metales menores'. Ellos tienen una amplia gama de aplicaciones especializadas, desde la producción de chips hasta los sectores de comunicaciones y defensa, recoge Bloomberg.
En lo que toca al galio, este metal se usa en semiconductores compuestos para mejorar sus capacidades, así como en una serie de dispositivos, entre ellos pantallas de teléfonos, paneles solares y equipos de radar. Por su parte, el germanio se utiliza en fibra óptica, gafas de visión nocturna y exploración espacial, además de células solares para satélites.
Según un estudio de la Unión Europea sobre materias primas críticas, del año pasado, China representa 94 % del suministro mundial del galio y 83 % en el caso del germanio. El medio enfatizó que los costos de procesamiento de estos materiales son bastante elevados, pero Pekín se hizo de un nicho al exportarlos a precios relativamente baratos durante largo tiempo, y hay pocas instalaciones en otros lugares para extraer esos metales.
Aparte de China, el galio se produce en Rusia y Ucrania, donde el metal se produce como subproducto de la alúmina, así como en Corea del Sur y Japón, como subproducto del zinc. Mientras, el germanio se recupera junto con el zinc, el plomo y otros metales en la Columbia Británica (Canadá), entre otros lugares. En Europa, solo en Bélgica se procesan ambos metales.
¿Algo positivo para Washington?
Sin embargo, algunos expertos opinan que las limitaciones podrían contribuir al desarrollo de la industria estadounidense.
El columnista de Bloomberg Liam Denning señaló que la dependencia de Washington de proveedores extranjeros es evidente. Según el Servicio Geológico del país, EE.UU. depende al 100 % de las importaciones para 12 de los 50 minerales críticos identificados por el gobierno federal, entre ellos el galio y el grafito natural. Además, hay un agotamiento de reservas estratégicas: a principios de la década de 1960, EE.UU. almacenaba ese tipo de materiales en más de 200 lugares, mientras que en la actualidad solo hay nueve.
Según Denning, tal situación, junto con la posición crítica del presidente electo hacia la economía verde, puede abrir nuevas oportunidades para el sector. Esto podría producirse a través de otras herramientas de estímulo a la fabricación interna, por ejemplo, la adquisición directa de minerales para su almacenamiento, además de probables cambios en la legislación sobre permisos medioambientales para las minas, así como la apertura de más tierras federales a la minería de elementos críticos.
"No es lo ideal que el respaldo a los minerales críticos se apoye en tensiones geopolíticas, ni que entre en tensión con la hostilidad a la descarbonización. Sin embargo, dados los reveses que se avecinan para la política climática estadounidense, la explotación de estas oportunidades será una habilidad muy demandada", escribió el experto.